En mi pasada colaboración señalé que deberíamos poner atención a la elección del Congreso federal, ya que me parece que es ahí donde se puede jugar el futuro del país, más que en la elección presidencial.
De alguna forma me parece que di por sentado el triunfo del candidato o candidata de Morena, caí en el truco de ilusionista utilizado por Andrés Manuel quien ya dejó de lado la elección presidencial, como si esa ya estuviera resuelta y me enfoqué exclusivamente a la legislativa, que sigo considerando la más importante, pero sin subrayar suficientemente que la presidencial no está necesariamente resuelta.
Es el truco que está utilizando Andrés y parece que le está dando resultado, al menos en mi caso tuve que pensar otra vez la situación para darme cuenta de que la petición del voto masivo por todos los candidatos de Morena a los puestos legislativos, el presidente está enviando un mensaje que estamos captando aunque no se diga.
El mensaje es, la presidencial ya está resuelta, nos falta la otra elección, la legislativa. Es como el mago que desvía la atención hacia su ayudante para poder realizar el movimiento que realmente debe hacer para que la ilusión sea completa.
Pero es precisamente el llamar a votar en bloque lo que puede decirnos que en realidad Andrés no tiene la seguridad de ganar, no ya el Congreso, lo cual está resultando obvio, sino la presidencia misma y está tratando de generar la imagen de que esta ya está ganada.
La idea detrás de esta puesta en escena, de este juego de ilusionista, es que si queda la imagen de que ya no tiene caso competir por la presidencia, Morena puede hacer toda clase de marrullerías para ganar, al fin y al cabo todo mundo habrá asumido desde antes que ya está ganada la contienda por ese partido.
Si todos damos por sentado eso, lo más probable es que nadie proteste si se presentan en todo el país situaciones similares a las que se vivieron durante las elecciones de 2021 en estados como Sinaloa y toda el área del Pacífico, en la cual fueron secuestrados representantes de otros partidos y se presentaron irregularidades de muchos tipos.
Sería una especie de profecía autocumplida y como la sociedad ya habría dado como un hecho el triunfo de Morena y su candidato en la elección presidencial, pues nadie protestaría.
Así pues, es probable que si se sigue una estrategia por regiones, los resultados no sean los esperados por Andrés y no se cumpla la profecía.
Hoy la mayoría de los analistas hemos considerado en uno u otro momento que la presidencial ya está resuelta, solo he escuchado y leído a Macario Schettino mostrando sus dudas al respecto, la mayoría da por ganada la presidencia para el candidato de Morena, cuando en realidad falta mucho para que realmente las encuestas tengan sentido.
Así es que hay que abrir bien los ojos y analizar la realidad y las declaraciones de Andrés, con un poco de suspicacia, entendiendo que él tiene objetivos e intereses particulares, no necesariamente acordes a los de todos los mexicanos, sino pensando principalmente en mantener el poder.