Lo que ocurre en Sinaloa no me deja ni me dejar谩 de ser ajeno por mis ra铆ces, en los 煤ltimos a帽os, la entidad ha sido un campo de batalla entre las facciones del crimen organizado, espec铆ficamente entre los grupos liderados por "Los Chapitos" y "Los Mayos".
Esta guerra ha dejado a la poblaci贸n atrapada en una espiral de violencia que parece no tener fin, a pesar de los abrazos o los balazos de los gobiernos en turno.
Lo que comenz贸 como una guerra interna entre carteles ha escalado a niveles alarmantes, afectando no solo a los involucrados en el narcotr谩fico, sino a ciudadanos comunes que viven en constante miedo.
Desde la captura de Ismael "El Mayo" Zambada en julio de 2024, la situaci贸n en Sinaloa ha empeorado. Las calles de Culiac谩n y otras regiones del estado se han convertido en escenarios de masacres, secuestros y enfrentamientos armados que superan a las fuerzas de seguridad.
La Sedena confirm贸 recientemente que 19 personas murieron en enfrentamientos durante la detenci贸n de Edwin Antonio, alias "El Max", uno de los l铆deres de una facci贸n del c谩rtel de Sinaloa. Este enfrentamiento es solo una muestra de la intensidad con la que estos grupos operan y de c贸mo el gobierno ha sido incapaz de controlar la situaci贸n .
Si bien el presidente Andr茅s Manuel L贸pez Obrador hab铆a defendido una estrategia de "abrazos, no balazos", argumentando que la violencia no se puede combatir con m谩s violencia, este enfoque ha sido duramente criticado, especialmente en Sinaloa, donde la violencia ha escalado a niveles sin precedentes.
La captura de Zambada y los enfrentamientos subsecuentes han puesto en evidencia las limitaciones de esta estrategia. La presencia militar y de fuerzas federales no ha logrado impedir que los grupos criminales sigan actuando con total impunidad. La ciudadan铆a se siente abandonada y, con raz贸n, cuestiona si el gobierno ha sido superado por el poder del crimen organizado.
Pero la situaci贸n no ha mejorado con el cambio de administraci贸n. Desde que Claudia Sheinbaum asumi贸 la presidencia en 2024, no se han visto cambios significativos en la pol铆tica de seguridad en Sinaloa. Al igual que su predecesor, Sheinbaum ha priorizado el control de da帽os y la contenci贸n, pero estas medidas no han sido suficientes para frenar la ola de violencia que afecta al estado.
El asesinato de H茅ctor Melesio Cu茅n Ojeda, ex rector de la Universidad Aut贸noma de Sinaloa, es un claro ejemplo de c贸mo las investigaciones en torno a cr铆menes de alto perfil se ven envueltas en controversias y se帽alamientos de corrupci贸n.
La Fiscal铆a de Sinaloa ha sido acusada de realizar un montaje en la investigaci贸n del asesinato de Cu茅n, presentando un video en el que supuestamente se muestra que fue asesinado en una gasolinera.
Sin embargo, la Fiscal铆a General de la Rep煤blica (FGR) descalific贸 esta versi贸n, se帽alando que el ex rector fue asesinado en un rancho, en el mismo lugar donde fue detenido "El Mayo" Zambada. Las inconsistencias en la investigaci贸n y las acusaciones de montaje han manchado a煤n m谩s la reputaci贸n de las autoridades locales, que ahora son investigadas por presunta participaci贸n en el asesinato .
En medio de todo esto, los empleados de la Fiscal铆a de Sinaloa han salido a rechazar categ贸ricamente estas acusaciones, afirmando que su trabajo se realiz贸 conforme a los protocolos establecidos. Pero la pregunta persiste: 驴qui茅n est谩 diciendo la verdad? La poblaci贸n sigue siendo testigo de c贸mo las autoridades se culpan unas a otras mientras la violencia no cesa. No hay claridad en las investigaciones, y esto solo aumenta la desconfianza hacia las instituciones.
Desde la captura de "El Mayo" hasta la controversia en torno al asesinato de Cu茅n, la ciudadan铆a de Sinaloa ha sido la m谩s afectada. Las promesas de seguridad se sienten vac铆as cuando uno no puede salir de casa sin el temor de quedar atrapado en un fuego cruzado o ser v铆ctima de un levant贸n. La narrativa oficial, que insiste en que se est谩 controlando la situaci贸n, choca con la realidad de las cifras crecientes de muertos y desaparecidos.
La sociedad sinaloense ya no espera respuestas, sino acciones concretas que detengan esta ola de violencia que parece interminable.
Es dif铆cil no pensar que, a pesar de las promesas y de las estrategias fallidas, tanto AMLO como Sheinbaum han fracasado en proteger a Sinaloa de los estragos del narcotr谩fico.
驴Ser谩 por eso que en lo pr贸ximos d铆as el primer sacrificado ser铆a el mism铆simo gobernador Rub茅n Rocha Moya, a quien el cargo le ha quedado m谩s que grande?
Pero el problema no es que se vaya Rocha Moya, el problema es qui茅n se queda en el cargo, para tratar de calmar un poco las turbulentas aguas que hay en Sinaloa.
Nombres suenan varios, pero la realidad es que no se ponen de acuerdo por los intereses de por medio de todos los actores que tiene en jaque a Sinaloa y principalmente a su poblaci贸n.
Ya veremos qui茅n es el valiente, el elegido o el bendecido.
Tiempo al tiempo.