La volatilidad ha estado de la mano de las expectativas de polÃtica monetaria de la Reserva Federal y la mayor aversión al riesgo global y sobre México, llevando al peso a alcanzar un máximo de 18.4863 pesos por dólar el 6 de octubre y un mÃnimo de 17.2833 pesos por dólar el 3 de noviembre.
Ambas fechas coinciden con la publicación del reporte de empleo de Estados Unidos. El 6 de octubre se publicó el de septiembre, que mostró la creación de 336 mil posiciones laborales, superando las expectativas del mercado y causando especulación de que la Fed hará otro incremento a la tasa de interés antes de que termine el año. Por otro lado, el 3 de noviembre se publicó el reporte de octubre, que registró la creación de 150 mil posiciones laborales, por debajo de las expectativas del mercado y mostrando debilidad del empleo del sector privado, lo que llevó al mercado a especular que la Fed mantendrá la tasa de interés sin cambios.
Asimismo, hay una mayor aversión al riesgo por la guerra entre Israel y Hamás, lo que también ha impulsado la volatilidad y la demanda por dólares como activo refugio. Si bien, la guerra se ha contenido, sigue el riesgo de que se extienda a otros paÃses, sobre todo porque el gobierno de Irán se ha mostrado impaciente ante los ataques de Israel. De hecho, el ministro de relaciones exteriores de Irán, Hossein Amirabdollahian, dijo que es la última oportunidad de resolver el conflicto de forma polÃtica.
Aunque México sigue gozando de la oportunidad del nearshoring, recibiendo inversiones del exterior, se espera una mayor volatilidad del tipo de cambio para el próximo año, debido a las elecciones en México y en Estados Unidos. Además, en el 2025 las condiciones macroeconómicas de México se podrÃan deteriorar, ante la necesidad de disminuir el déficit fiscal y la posibilidad de recesión en Estados Unidos.