Comienzo esta columna con la novedad de que la semana pasada la Comisión Estatal Electoral aprobó un monto de 375 millones 270 mil 183 pesos, para asignarlo a los partidos políticos en Nuevo León, donde 249 millones 064 mil 699 corresponden al financiamiento ordinario, pero por ser un año electoral se asignaron otros 126 millones 205 mil 514 pesos más, de acuerdo a una nota de Milenio.
En cuanto al financiamiento público, nada más y nada menos que 64 millones 775 mil se le asignaron al PAN, otros 46 millones al PRI, a Morena 41 millones, a Movimiento Ciudadano 30 millones y los demás billetitos quedaron distribuidos entre el Partido del Trabajo, Verde Ecologista y Nueva Alianza. Más, aparte, la asignación de presupuesto para campañas.
Así las cosas en Nuevo León, no habrá presupuesto para situaciones como la pandemia, ¿pero qué tal para los partidos políticos? Permítanme escribirlo, pero esto es casi una burla en medio de la situación que vivimos e incluso aunque no hubiera contingencia.
No sé en qué se basan para asignar estos presupuestos, pero la verdad es que no se piensa en los ciudadanos. Dinero que se tirará casi a la basura sólo en beneficio para los partidos y unos cuantos.
¿Cuántos hospitales se podrían remodelar o construir con este presupuesto o mejor aún, tener mejores sueldos y equipo para los que trabajan en salud? Esta es solo una de tantas cosas donde este dinero podría utilizarse para mejoras, y sabemos que hay muchas más.
¿Es en estos momentos tan necesaria la publicidad para ayudar a la imagen de un candidato o para decidir si es bueno o no? Ya sabemos que es política y que así se juega, quien no ofrece un sueño o mejoras a su gente simplemente no podría ser político y es válido, pero aquí “se pasan”.
Las promesas ya las sabemos, generalmente son las mismas sólo que con diferentes rostros y palabras, pero a la hora de los trancazos la vista se nos nubla porque nada más no se ven los resultados. Se carece de un enfoque verdadero para lograr mejorar a un estado o a un país, según sea el caso.
Y no pedimos mucho, pues ya quisiera, como creo que muchos ciudadanos quisieran, que por lo menos en un tema, CUALQUIERA, ya fuera en la seguridad, el sector salud, la educación, la vialidad, el medio ambiente, o en cualquier otro se reflejara un cambio contundente, que destacara. Pero no ha sido la realidad y menos en Nuevo León con sus últimos gobernantes.
Pero eso sí, también les recuerdo que ya tenemos a los candidatos de los partidos que más figuran en Nuevo León, quienes buscan sustituir a Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, aún gobernador, ellos son Adrián de la Garza por el PRI (alcalde de Monterrey con licencia), Fernando Larrazábal por el PAN (alcalde de San Nicolás de 2000 a 2003), Clara Luz Flores por Morena, (alcaldesa de Escobedo con licencia) y Samuel García (senador) por Movimiento Ciudadano. (Hablaremos de la trayectoria de cada uno en el siguiente artículo).
Por favor, piensen en las pérdidas de los ciudadanos en estos tiempos, en la economía, adáptense a que son tiempos de cambio y también se deben cambiar prioridades y estrategias aunque sea año electoral. Así seguramente ganarían más votos.
