Hoy, Nuevo Le贸n volvi贸 a demostrar que la fe en el trabajo, la visi贸n y la determinaci贸n puede transformar un estado y colocarlo como referente nacional e internacional.
En su cuarto informe de gobierno, Samuel Garc铆a present贸 datos que retratan un momento hist贸rico: un crecimiento econ贸mico del 4.8 por ciento, m谩s de 400 proyectos de inversi贸n extranjera, una captaci贸n estimada de 115 mil millones de d贸lares, y casi 400 mil nuevos empleos en apenas cuatro a帽os.
No es casualidad: el mundo volte贸 a ver a Nuevo Le贸n por su estabilidad, talento, innovaci贸n y su gente que no se rinde.
El estado se consolid贸 como el epicentro del nearshoring, captando m谩s del 70 por ciento de los nuevos flujos de inversi贸n que llegan a M茅xico.
Tesla, KIA, Lenovo y decenas de corporativos globales apuestan por una regi贸n que se distingue por su capacidad industrial, su log铆stica, su cultura de esfuerzo y su liderazgo empresarial.
Pero m谩s all谩 de las cifras, lo que verdaderamente emociona es el esp铆ritu regiomontano, ese que no espera que las cosas pasen鈥 las hace pasar.
Desde la 贸ptica econ贸mica, Nuevo Le贸n se ha convertido en un modelo de competitividad.
El ingreso promedio de los hogares supera los 39 mil pesos mensuales, y la formalidad laboral crece mientras otras entidades a煤n enfrentan rezagos estructurales.
Sin embargo, el verdadero logro no est谩 solo en los n煤meros: est谩 en la confianza. Inversionistas, empresarios y ciudadanos sienten que este estado vibra distinto, que se respira desarrollo y que hay futuro.
Y s铆, somos primer lugar, pero el verdadero reto comienza ahora: ya no debemos ver personas pidiendo dinero en los sem谩foros, ni pedreras contaminando el aire que respiran nuestros hijos.
Ser primer lugar significa crecer con conciencia, con sostenibilidad, con dignidad humana.
Significa que el progreso llegue a todos, que el 茅xito econ贸mico se refleje en calles limpias, en oportunidades reales y en una mejor calidad de vida para cada familia.
Ese debe ser el nuevo rostro de Nuevo Le贸n: un estado que lidera no solo por su econom铆a, sino por su humanidad. Esa confianza es el activo m谩s poderoso.
Porque cuando una sociedad cree en s铆 misma, atrae talento, multiplica ideas y genera riqueza. Y eso es precisamente lo que hoy ocurre: la sinergia entre gobierno, empresarios y ciudadanos est谩 detonando un ciclo virtuoso donde el progreso deja de ser discurso y se convierte en realidad palpable.
Para quienes emprendemos, invertimos o desarrollamos proyectos en esta regi贸n, el mensaje es claro: es tiempo de construir, no de esperar.
La oportunidad est谩 aqu铆. Cada inversi贸n en vivienda, cada lote urbanizado, cada negocio que abre sus puertas, es una pieza m谩s en el renacimiento econ贸mico del noreste mexicano.
Pero la verdadera reflexi贸n es m谩s profunda: el desarrollo no se mide solo en empleos o cifras r茅cord, sino en la transformaci贸n de vidas.
Un estado crece de verdad cuando sus familias viven mejor, cuando sus j贸venes creen en su futuro y cuando sus empresarios innovan con prop贸sito.
Hoy, Nuevo Le贸n nos deja una lecci贸n: los resultados extraordinarios nacen cuando la ambici贸n econ贸mica se une con la visi贸n humana.
Este informe no es solo un recuento de cifras, es una invitaci贸n a seguir so帽ando, a seguir creando y a seguir apostando por M茅xico desde el norte.
Porque al final, los r茅cords pasan, pero la huella que deja una generaci贸n que decidi贸 creer en s铆 misma鈥 trasciende.