El proceso a Emilio Lozoya comenz贸 ante una opini贸n p煤blica dividida. Seg煤n la encuesta nacional de El Financiero publicada el mi茅rcoles, de cada diez mexicanos, cuatro creen que la extradici贸n de Lozoya significa un avance en la lucha contra la corrupci贸n (41 por ciento), mientras que otros cuatro (38 por ciento) opinan que se trata de una distracci贸n de otros temas m谩s importantes.
Adem谩s, el sondeo revela que poco m谩s de un tercio (37 por ciento) cree que la informaci贸n que proporcione Lozoya a las autoridades ayudar谩 a castigar actos de corrupci贸n, mientras que casi la mitad (45 por ciento) no cree que pase nada, que todo siga igual. Esto 煤ltimo refleja una expectativa social de que la impunidad suele prevalecer en el pa铆s, sin importar el caso o el momento. Eso es parte de lo que est谩 en juego en el proceso a Lozoya, ver qu茅 sucede (si algo sucede) y hasta d贸nde llega.
El proceso a Lozoya puede ser visto como una apuesta del gobierno en la lucha contra la corrupci贸n; pero tambi茅n es un asunto de cu帽a, o un wedge issue, como suele llam谩rsele a los temas que son altamente divisivos.
Mirando la encuesta m谩s a fondo, obteniendo resultados por subgrupos, resulta claro que el tema Lozoya es profundamente divisivo, acaso polarizante. A diferencia de otras tem谩ticas de opini贸n que hemos medido en las encuestas, el tema Lozoya muestra profundas diferencias pol铆ticas e ideol贸gicas, pero tambi茅n abre brechas por sexo, por edad y por regiones. No se trata de un asunto que unifique los 谩nimos de los mexicanos; m谩s que consenso, hay divisi贸n.
En la encuesta, la percepci贸n de que el asunto Lozoya es un avance en la lucha contra la corrupci贸n es m谩s com煤n entre los hombres, entre los mayores de 50 a帽os de edad y en la regi贸n norte del pa铆s. Quienes m谩s creen que es una distracci贸n son las mujeres, los j贸venes de 18 a 29 a帽os y los habitantes de la regi贸n centro. Algo similar se observa respecto a si el proceso a Lozoya ayudar谩 a castigar actos de corrupci贸n o no. Las brechas de opini贸n van desde 13 puntos seg煤n el sexo, pasando por 15 puntos entre regiones y hasta 19 puntos entre grupos de edad. Son diferencias notables, pero el partidismo y la ideolog铆a abren la brecha todav铆a m谩s.
Entre los morenistas, 67 por ciento cree que el proceso a Lozoya es un avance y 63 por ciento cree que se castigar谩n actos de corrupci贸n pasados. En contraste, los panistas son los que m谩s creen que es una distracci贸n, con 69 por ciento y apenas 22 por ciento lo ve como un avance (la brecha con los morenistas es de 45 puntos). Por otra parte, los priistas son los que menos creen que haya castigo, con apenas 18 por ciento (abriendo otra brecha de 45 puntos respecto a los morenistas).
La identidad ideol贸gica abre una brecha incluso mayor en una de las preguntas. El asunto Lozoya lo percibe como un avance el 70 por ciento de los entrevistados de izquierda, y 31 por ciento de los de derecha, una diferencia de 39 puntos. Y la creencia de que habr谩 castigo alcanza 71 por ciento en la izquierda y 20 por ciento en la derecha, una diferencia de 50 puntos.
Como tema de cu帽a, o wedge issue, el proceso a Lozoya tiene un enorme potencial de movilizar las diferencias pol铆ticas en el pa铆s. Quiz谩s alguien podr铆a pensar que se trata de un efecto de party sorting m谩s que de polarizaci贸n, es decir, que es natural y esperable que los simpatizantes de los partidos tomen esas posturas. Sin embargo, al mirar las opiniones de los apartidistas, la polarizaci贸n ideol贸gica prevalece: los apartidistas de izquierda coinciden mayoritariamente en ver el caso como un avance (52 por ciento) y esperan castigo (54 por ciento), mientras que los apartidistas de derecha lo ven como un distractor (58 por ciento) y abrumadoramente no creen que pase nada (69 por ciento).
La cu帽a est谩 ah铆 y es divisiva, es polarizante. Ser铆a bueno irnos abrochando los cinturones de seguridad, parece que estamos entrando a zona de turbulencia.