Ayer jueves 15 de agosto, el Tribunal Electoral entregó a la doctora Claudia Sheinbaum la constancia que la acredita como presidenta electa. Sheinbaum asumirá el cargo de presidenta el próximo 1 de octubre, siendo la primera mujer en desempeñar dicho cargo en la historia del país.
Las encuestas que han dado seguimiento a las actitudes sociales respecto al liderazgo político femenino, como la Encuesta Mundial de Valores, señalan por lo menos dos aspectos que se han observado en las últimas décadas en México.
El primero es que la aceptación social al liderazgo femenino registró un agudo aumento entre la sociedad mexicana, sobre todo a finales del siglo pasado y a principios de este, pero se ha estancado en años recientes.
El segundo aspecto es que el rechazo al liderazgo femenino continúa siendo muy significativo, llegando a representar hasta una cuarta parte de la población adulta. Veamos algunos datos.
La Encuesta Mundial de Valores ha incluido en varias ediciones la siguiente pregunta:
“¿Está usted de acuerdo o en desacuerdo con la siguiente frase? ‘Los hombres son mejores lideres políticos que las mujeres’”.
Estar de acuerdo con esa frase implica una actitud de superioridad masculina o de rechazo al liderazgo femenino.
Por el contrario, estar en desacuerdo con la frase se ha vuelto un indicador de apoyo a la equidad de género y, además, de desempeño institucional a nivel mundial: según varios análisis de esa encuesta internacional, el porcentaje de rechazo a que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres se correlaciona con un mayor porcentaje de representación femenina en los órganos de gobierno o de representación política.
La tendencia en México es muy interesante porque el rechazo al planteamiento de superioridad masculina en el liderazgo político ha crecido de 53 por ciento en 1997 a 76 por ciento en 2012. En otras palabras, la actitud favorable hacia la equidad de género en política ha ido al alza.
No obstante, el crecimiento se ha estancado en años recientes. Después de 2012 ha habido pocos movimientos, ni en el estudio de 2018 ni en uno más reciente de 2023, años en los que se registró 75 por ciento de desacuerdo con la frase.
La actitud machista en política ha representado poco más de una quinta parte de la población adulta en el país, registrando 22 por ciento en el estudio más reciente de 2023.
Como señalo en un libro de próxima aparición sobre el cambio de valores en México, y del cual espero comentar un poco más en otra ocasión, “la tendencia que muestran las encuestas puede verse como una señal de cambio favorable en dirección a la equidad de género, aunque también hay que subrayar que el rápido cambio de actitud que se vio durante la primera década y media de la serie prácticamente se ha detenido. Esto es una especie de ‘techo de cristal’ estadístico que no ha logrado romperse”.
Por supuesto, Sheinbaum ha roto el famoso ‘techo de cristal’, pero habrá que estar al pendiente de cómo evolucionan las actitudes sociales y si ese otro techo que no se ha podido sobrepasar en las encuestas cambia durante su gobierno y qué tanto.
El aumento en la proporción de mexicanos y mexicanas que están en desacuerdo con la frase “los hombres son mejores políticos que las mujeres” refleja el cambio social y político en el país, el aumento de gobernantes y representantes populares mujeres, pero también, como muestro en el susodicho libro, el reemplazo generacional. Las nuevas generaciones son las que se muestran más abiertas a la equidad de género.
Pero lo que sigue sorprendiendo es que esa apertura no haya continuado ya por un buen rato, por lo menos desde 2012, como muestra la serie de encuestas. De nuevo, habrá qué ver qué sucede en los próximos años, con un liderazgo femenino a nivel nacional a partir del 1 de octubre.
Como señala la clasicista británica Mary Beard en Mujeres y poder, “si no se percibe que las mujeres están plenamente dentro de las estructuras de poder, seguramente es el poder lo que necesitamos redefinir y no las mujeres”.
En México mucho se ha redefinido y también que queda mucho por redefinir. Habrá que darle seguimiento a estas actitudes.