La encuesta que public贸 El Financiero el mi茅rcoles pasado mostr贸 que dos tercios de los mexicanos entrevistados estar铆an de acuerdo con aceptar medidas m谩s restrictivas de confinamiento ante las amenazas del coronavirus, pero la mayor铆a estar铆a en desacuerdo con que las medidas se extiendan a restringir la libertad de expresi贸n u opini贸n. El confinamiento se acepta, la censura no.
Algunos lectores me preguntaron si hab铆a una relaci贸n de esas actitudes en la encuesta con aspectos como el partidismo o el nivel educativo. La respuesta r谩pida es s铆, se observan algunas diferencias, pero no tan marcadas como algunos esperar铆an. Lo cierto es que esas t铆picas variables de orientaci贸n pol铆tica y estatus socioecon贸mico est谩n desplazadas a un segundo plano por otra variable m谩s fuerte en estos momentos: la percepci贸n de amenaza.
Este 'hallazgo' no es fortuito ni accidental, sino que refleja una literatura acad茅mica sobre el tema, la cual establece que, en momentos de crisis o guerras, la percepci贸n de amenaza hace que los ciudadanos se vuelvan m谩s propensos a renunciar temporalmente a sus derechos y libertades civiles ante el Estado, que en circunstancias de mayor normalidad.
Este debate se est谩 movilizando en Estados Unidos, donde el t铆pico lema pol铆tico antitiran铆a, 'Give me liberty or give me death', ha tomado un giro epidemiol贸gico muy evidente. Precisamente para evitar lo segundo, los decesos, es que los gobiernos en el mundo han instrumentado una pol铆tica de confinamiento que reduzca los contagios, los decesos y, como hemos escuchado una y otra vez, el colapso de los sistemas de salud, lo cual implica restringir algunas libertades a la gente.
En M茅xico, el confinamiento no ha sido del todo obligatorio, pero la encuesta de El Financiero mostr贸 que, de haber una mayor obligatoriedad, la mayor铆a de los mexicanos estar铆an de acuerdo.
La encuesta muestra, adem谩s, que la aceptaci贸n del confinamiento y la cesi贸n de ciertas libertades y derechos, s铆 aumenta conforme la percepci贸n de amenaza es mayor. Tomemos, por ejemplo la preocupaci贸n por el coronavirus como un indicador de qu茅 tan amenazante se percibe 茅ste: para los que est谩n muy preocupados por la epidemia, que es la mayor铆a (66 por ciento), el 85 por ciento apoya la extensi贸n de la cuarentena, medida que cuenta con apenas 47 y 40 por ciento entre los segmentos menos preocupados. La diferencia en opini贸n es de 45 puntos entre los extremos. Como referente, la diferencia es de 21 puntos entre morenistas y opositores, ambos mayoritariamente a favor, as铆 que sin un conflicto pol铆tico subyacente, y de 12 puntos entre el nivel bajo y alto de educaci贸n.
Por otra parte, el segmento muy preocupado por el virus est谩 en un 73 por ciento de acuerdo con prohibir estrictamente que la gente salga de sus casas, mientras que el acuerdo baja a 54 por ciento entre los algo preocupados, y a 27 por ciento entre los poco o nada preocupados por el virus. La diferencia es de casi 50 puntos, mientras que el nivel educativo registra diferencias de un d铆gito y los polos pol铆ticos morenista-oposici贸n apenas arrojan 13 puntos, con ambos grupos antag贸nicos mayoritariamente a favor.
En suma, a mayor percepci贸n de amenaza, mayor disposici贸n a aceptar la restricci贸n de derechos y libertades.
Esto incluye a la libertad de expresi贸n: los muy preocupados por el virus apoyar铆an las restricciones a la libertad de expresi贸n para evitar la propagaci贸n de noticias falsas en un 54 por ciento, mientras que los menos preocupados est谩n de acuerdo en proporciones minoritarias, entre 26 y 20 por ciento. La diferencia es de 34 puntos. El partidismo arroja 10 puntos de diferencia, con la oposici贸n menos dispuesta a ceder su libertad de opini贸n que los morenistas.
No son, pues, ni el partidismo ni las diferencias educativas las que marcan la polarizaci贸n actual en medio de la pandemia, sino la percepci贸n de amenaza. Esa es la que explica mejor la aceptaci贸n o resistencia a las medidas de confinamiento y restricci贸n social.
Para que el gobierno sea convincente, no importa tanto si eres panista o morenista, sino qu茅 tan amenazante percibes a la epidemia.