En los pr贸ximos dos a帽os habr谩 varias elecciones estatales y la consulta de revocaci贸n de mandato, pero las piezas rumbo a la elecci贸n presidencial de 2024 ya comienzan a moverse. Las encuestas hoy en d铆a tan s贸lo miden escenarios hipot茅ticos, muy hipot茅ticos, que adem谩s se desdoblan en un abanico muy amplio de posibilidades.
Y no me refiero 煤nicamente a las combinaciones que se derivan de los m煤ltiples nombres de posibles aspirantes que podr铆amos contemplar en los careos sobre intenci贸n de voto, sino tambi茅n a escenarios de tipo contextual. Perm铆tame plantear algunos escenarios de ese tipo para ir calentando motores.
1. Escenario con megaalianzas. La de 2024 podr铆a ser una elecci贸n presidencial en la que se repita la din谩mica que vimos en 2021, que luci贸 como un sistema bipartidista de facto. El escenario de las megaalianzas consiste en tener dos bloques principales de partidos que sumen alrededor del 90 por ciento de la votaci贸n total: una candidatura presidencial de Morena y sus aliados contra una candidatura de una oposici贸n unida que incluya por lo menos al PAN, PRI y PRD. En la elecci贸n intermedia, MC tuvo incentivos para ir solo; habr谩 que ver si la presidencial les resulta diferente.
Este escenario es muy probable si las encuestas sobre preferencias electorales muestran que Morena se mantiene como la primera fuerza con una ventaja que dif铆cilmente podr铆a ser superada por los partidos de oposici贸n por separado. No obstante, se requiere de un acuerdo pol铆tico entre la oposici贸n que no podemos dar por sentado. De darse este escenario, Morena podr铆a arrancar adelante pero, como vimos en junio de 2021, bien podr铆an imperar la competencia y la incertidumbre.
2. Escenario de discordia opositora. Si los partidos de oposici贸n no se pusieran de acuerdo con respecto a una candidatura com煤n y van por separado o con alianzas parciales a la elecci贸n presidencial, es muy probable que Morena y sus aliados tengan un d铆a de campo en 2024.
Veo poco probable que Morena repita las mayor铆as de 2018, cuando se conjugaron varios factores que hoy d铆a no se ven tan claros, incluido el profundo enojo con el gobierno anterior. Pero no hay duda de que, por lo menos como se ve al d铆a de hoy, quien abandere a Morena enfrentando a una oposici贸n en discordia saldr铆a con una ventaja muy dif铆cil de remontar, sobre todo si el apoyo al Presidente y su gobierno se mantienen m谩s o menos estables.
3. Ruptura en Morena con oposici贸n en discordia. Ya se ven algunos desacuerdos al interior de la 4T, al menos con respecto al m茅todo de selecci贸n de la candidatura presidencial, m谩s los que se acumulen. La disciplina se pondr谩 a prueba y s铆 hay cierta posibilidad de ruptura en el horizonte. Quiz谩 sea poco probable pero, de haberla, una fractura podr铆a costar a Morena 5, 10 o hasta 15 puntos, dependiendo de qui茅n o qui茅nes representen la ruptura y c贸mo la capitalicen. Ante una oposici贸n fragmentada, el partido del Presidente a煤n podr铆a ganar la elecci贸n presidencial con todo y ruptura. Pero...
4. Ruptura en Morena con oposici贸n unida. La vulnerabilidad de Morena por una ruptura podr铆a dar a la oposici贸n algunos incentivos adicionales para unirse. Y no falta quien especule que la oposici贸n pudiera incluso abrir las puertas a alguna figura desertora de la 4T si le resulta electoralmente atractiva. 驴Recuerda usted cuando algunos cuadros que se sal铆an del PRI ganaban como candidatos de la oposici贸n? Aunque esa v铆a realmente es mucho especular, al d铆a de hoy la oposici贸n carece de una figura que ofrezca la enchilada completa: atractivo electoral, aceptable para las distintas partes, con potencial de crecimiento, entre otras cualidades. Si se est谩 contemplando construir una, parece que ya lleva algo de retraso.
Cada uno de estos escenarios tiene a su vez subescenarios que podr铆amos analizar con nombres y apellidos. Eso hace muy dif铆cil que las encuestas en estos momentos acierten un escenario que, a la postre, resulte el correcto. Por eso a los careos en ingl茅s se le llaman trial heats, una especie de prueba. Aun as铆, las mediciones demosc贸picas siempre nos dan una buena idea de c贸mo va la cosa.
Los escenarios aqu铆 expuestos se basan en el supuesto de que el INE y la organizaci贸n de las elecciones se mantendr谩n constantes. Los ataques recientes al INE se pueden entender como parte de la ret贸rica partidista, pero con una reforma electoral anunciada en el horizonte cercano habr谩 que estar muy pendientes de que la integridad electoral no se lastime.