Salvador Borrego

BORREGO DIXIT
Lo que sí es novedad, es que la UNAM se rebele. De algún modo los grupos académicos fueron fortaleza de AMLO y Morena. Algunos pensaban, y otros más tercos lo siguen pensando, que finalmente había triunfado la Revolución Socialista.


Los gringos han sido tolerantes porque en el Poder Judicial veían un valladar para las locuras de AMLO. Ahora que ven en la reforma al poder judicial el equivalente a que el loquito andará suelto, es natural que respinguen.


Asegurarles un jugoso ingreso a los magistrados del TEPJF con la nueva reforma judicial favorece a que apueben la sobrerrepresentación de la 4T.


Por una parte nos hacemos pendejos con las ilegalidades en el triunfo de Claudia, y por la otra, se olvidan ellos de la sobrerrepresentación.



Ante la crisis desatada tras las elecciones del domingo pasado en Venezuela es natural la comparación con el pasado proceso presidencial en México



Para un presidente que presumía de saber todo lo que pasa entre las fronteras de su país, es una humillación descomunal tener que reconocer que no sabe cómo fue que los gringos capturaron al “Capo di tutti i capi”.


Los loquitos andan alborotados. Las batallas que se están librando no son entre izquierdas y derechas, ni conservadores contra liberales, sino entre la razón y la locura.


Muchos viven en la ilusión de que todavía disfrutamos de una democracia liberal, con su estado de derecho. La realidad es que AMLO ya se apoderó de casi todo y ya distorsionó casi todo. 


Con el juicio político en ciernes y el apoyo de AMLO, aunque parece que el gobernador de Nuevo León la librará, es incierto su futuro.



Cuando nos dicen que le van a dar continuidad a las mamadas de AMLO, pero que al propio tiempo usarán sus conocimientos y talentos, es claro que andamos por los terrenos de la contradicción.


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