Fidel Salazar

La situación que enfrenta México es un desafío urgente que no puede ser ignorado.

Si las consecuencias positivas del negocios no compensan los impactos negativos a la naturaleza o fomenta una mayor inequidad, discriminación o riesgo a los derechos humanos, no se le puede considerar desarrollo.

El Distintivo de Empresas Comprometidas con los Derechos Humanos es una herramienta de competitividad para las empresas que buscan atraer al mejor talento para capturar las oportunidades derivadas del nearshoring. 

Es indispensable planear con una visión de futuro, que considere no sólo la falta de agua, sino el exceso, con obras para prevenir y mitigar los daños de huracanes y tormentas.

Como científica de formación, todo parece augurar un perfil más técnico y argumentado de las decisiones de la próxima presidenta.

La buena noticia es que la sequía nos enseñó que podemos sobrevivir con mucha menos agua de la que usamos habitualmente.

Una de las reformas de AMLO prohíbe la asignación de concesiones en zonas de estrés hídrico, lo que puede representar un problema para las actuales concesionarias.

Como ciudadanos y como país debemos el reconocimiento y el agradecimiento a los funcionarios de casilla por su labor patriótica.

Las empresas no pueden (ni deben) tomar partido, pero pueden expresar una postura clara a favor de la democracia, la legalidad y la participación ciudadana.

Los países de América Latina no están capitalizando la oportunidad del nearshoring, ¿que deben hacer?