A s贸lo unas semanas de ser reconocida por s茅ptimo a帽o consecutivo como Campeona de la Sustentabilidad por la Asociaci贸n Mundial del Acero, Ternium se enfrent贸 a un golpe de realidad: el derrame en los tanques de almacenamiento de la planta regeneradora de soluci贸n de decapado en su instalaci贸n de la Avenida Churubusco del pasado 17 de abril provoc贸 da帽os a la flora y fauna por la contaminaci贸n del cauce del Arroyo Talaverna.
Aunque la empresa acept贸 de inmediato su responsabilidad y respondi贸 con acciones de contenci贸n, incluyendo el despliegue de 150 brigadistas para la limpieza del arroyo, la aplicaci贸n de material neutralizante, el uso de equipos de aspiraci贸n industrial para recuperar el l铆quido contaminado, y monitoreos ambientales continuos, a煤n queda mucho por hacer.
Como era de esperarse, el oportunismo pol铆tico apareci贸, l铆deres repentinamente preocupados por el medio ambiente surgieron para exigir la clausura de la planta, su reubicaci贸n y los mayores castigos posibles, sin considerar lo verdaderamente importante: la transparencia y las lecciones que debemos aprender como una ciudad industrializada que aspira al primer mundo.
Los 煤ltimos d铆as supimos sobre las sanciones de la Profepa, que orden贸 la clausura de la instalaci贸n responsable del siniestro ambiental, as铆 como la amenaza de multas econ贸micas millonarias, mientras el Gobierno del Estado anunci贸 la imposici贸n de multas por 80 millones de pesos, lo cual es parte de un proceso de rendici贸n de cuentas y una consecuencia l贸gica a una falla de este tipo.
Sin embargo, tanto a Ternium como a nuestras autoridades ambientales les ha faltado explicar a la ciudadan铆a por qu茅 pas贸 lo que pas贸, qu茅 consecuencias tendr谩 en el medio ambiente, qu茅 hicieron para contener la situaci贸n, qu茅 har谩n para remediar el espacio natural y urbano afectado, y principalmente, qu茅 har谩n, cu谩nto invertir谩n y cu谩ndo podremos ver los resultados para que esto no vuelva a ocurrir.
Si Ternium es verdaderamente congruente en su compromiso con la sostenibilidad, m谩s all谩 de debatir sobre si las multas son justas o no, insuficientes o exageradas, lo que se esperar铆a de una compa帽铆a 茅tica es manifestar con claridad y suficiencia las acciones realizadas para prevenir nuevos incidentes.
Tambi茅n es obligaci贸n de las autoridades acompa帽ar las multas de una supervisi贸n precisa y exigente en el cumplimiento de normas ambientales y de seguridad industrial, pues queremos pensar que no hay detr谩s un esp铆ritu meramente recaudatorio, pues si todo se resuelve pagando, pues incorporemos a los modelos de negocio el costo por el permiso de contaminar y que se incluya en el estado de resultados de las empresas.
La transparencia y rendici贸n de cuentas es tambi茅n hacia la ciudadan铆a vecina de las instalaciones industriales, los colaboradores y las organizaciones no gubernamentales interesadas en el cuidado del medio ambiente, todos grupos de inter茅s clave en la gesti贸n de la reputaci贸n de la empresa y en el logro de sus estrategias de largo plazo.
S贸lo una gesti贸n proactiva, transparente y honesta de una crisis de esta magnitud, puede transformar un potencial desastre en una oportunidad de crecimiento, aprendizaje y mejora continua.