Rogelio Ríos

MIRADA AL MUNDO
México pierde a un académico, analista y servidor público cuya honestidad intelectual, conciencia inquebrantable y ética de servidor público será su huella para este país: un ejemplo del poder de las convicciones ante la brutalidad del poder.


El presidente mexicano ha tomado decisiones irracionales cuyas consecuencias han dañado al tesoro público, a las instituciones de gobierno y han lastimado a la sociedad mexicana.


La propuesta de López Obrador equipara al magistrado de la Corte como un senador o diputado más que, en México, se subordinan abyectamente por lo general a sus partidos o al presidente de la República.



La corrupción parece tan normal en México que su revelación no provoca terremotos. Si fueramos Dinamarca ya hubiera caído el gobierno de López Obrador.


El origen de esa actitud despectiva de AMLO ante los asuntos externos es su incomprensión del mundo externo y, en particular, del mundo político de los Estados Unidos.


Orientar la campaña electoral del Frente Amplio por México hacia un llamado a la rendición de cuentas de AMLO y MORENA es acertado.



La situación en Ecuador con el crimen organizdo está más cercana a México de lo que imaginamos.


* Ni a Andrés Manuel López Obrador ni a Donald Trump les punza la conciencia sobre si algo es bueno o malo, según se desprende de sus decisiones y acciones públicas.


La corrupción del presidente y su gobierno se muestra, al fin, a golpe de luchas periodísticas y de la sociedad civil por la transparencia y la rendición de cuentas.


Ante el entorno actual, imaginar la situación ambiental en el año 2050 no sólo es un ejercicio de prospectiva, sino una pesadilla de la cual no se puede despertar. 


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