El 2 de julio del año 2000 se escribió una nueva página en la historia política de México, el candidato de la Alianza por el Cambio, Vicente Fox logró lo que nadie imaginaba: derrotar al PRI.
¿Cómo lo hizo? con un amplio despliegue de publicidad en medios masivos, en especial comerciales en televisión donde aparecía como si fuera la solución perfecta para terminar con la inconformidad de la población y todos los problemas del país.
En entrevistas, el entonces candidato aseguraba que solucionaría el conflicto armando de Chiapas en 15 minutos y que el cambio tenía que ser "Hoy". No mañana como pretendían los demás partidos. Fue casi como su slogan de campaña el famoso “Hoy, hoy, hoy”, pero nadie se atrevió a decir que esa frase, surgida en el debate, demostraba terquedad e intransigencia.
Los Amigos de Fox, una organización formada por empresarios, los medios de comunicación y hasta actores y actrices famosos en los inicios del milenio se sumaban y repetían frases como: "Vota por el Cambio, "Vota por Fox", "ya ganamos", los actores aseguraban que nadie les pago por hacer el anuncio (difícil de creer), mientras que los medios de comunicación como la televisión, los periódicos y las revistas promovían al “candidato del cambio”, como un funcionario público ejemplar, un empresario, un hombre de cercano al campo y a los problemas que tienen las personas de a pie.
Después de 23 años tenemos un fenómeno muy similar con Xóchitl Galvéz, la candidata del Frente Amplio por México, igual que en aquel entonces, medios de comunicación, influencers y redes sociales, la promueven como un ejemplo de superación, de vendedora de gelatinas a empresaria- pero poco se habla de los contratos que tiene con el gobierno (porque eso sólo lo dice AMLO para atacarla); la promueven como una persona cercana a los indígenas.
Su cercanía con los pueblos indígenas se debe a que el entonces presidente Vicente Fox la llamó para encabezar la Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos Indígenas- su CV surgió del programa de caza talentos de aquel sexenio donde todos los ciudadanos podrían ser funcionarios, si así lo deseaban- y aunque al inicio ella lo rechazó, el expresidente terminó por convencerla. Aunque en varios videos que circulan por las redes sociales se le acusa de no ser indígena y de no estar tan cerca de la problemática que viven esos pueblos, incluso en los foros se olvido de mencionar las acciones y programas que tendría para el sector agropecuario, fue hasta que Beatriz Paredes lo mencionó, que decidió mencionarlo en los demás foros.
En mi experiencia como periodista encuentro muchas similitudes en ambos personajes, ambos son mediáticos por sus ocurrencias, su forma de expresarse- un poco majadera- sus inapropiadas declaraciones. Por ejemplo, Fox con el "comes y te vas", "los mexicanos hacen trabajos que ni los negros quieren hacer", y "las lavadoras de dos patas". Por su parte Xóchitl Galvéz, propuso desaparecer el IMSS e ISSTE y que los trabajadores paguen un seguro de 70 mil pesos mensuales, aunque luego dijo que sus comentarios fueron sacados de contexto.
Lo que me hizo recordar a Rubén Aguilar Valenzuela, vocero del ex Presidente Vicente Fox, célebre por la frecuencia con que tenía que emplear la frase: "lo que el presidente quiso decir". De llegar a la presidencia, la candidata, quizás necesite un vocero que aclare lo que quiere decir.Los frecuentes enfrentamientos de la candidata con el presidente, me recuerdan a un Fox retando al sistema, confrontando los pocos o nulos aciertos del gobierno anterior y por supuesto siempre cercano al pueblo ofreciendo nuevas esperanzas e ilusiones. Por su parte la candidata hace lo propio, vía Twitter le contesta y reta al presidente, para sus seguidores ella es la única que puede detener a la 4T, como si encadenarse a una silla y vestirse de dinosaurio fuera suficiente para lograr los cambios que el país necesita.

Si bien es cierto que un candidato está para convencer y no para educar; también es cierto que la mercadotecnia es capaz de vender cualesquier producto y posicionarlo como algo milagroso; mientras que la repetición de un mensaje en los medios de comunicación puede influir en el comportamiento de las personas, paso con Fox, el Bronco y AMLO por citar algunos y pasará lo mismo con Xóchitl.
Y es que los votantes en lugar de evaluar las capacidades, aptitudes y experiencias de cada candidato se dejan llevar por los prejuicios, lo que dicen las encuestas, lo que dicen los medios y las redes sociales, de esta forma tenemos frases como: "haz que tu voto sea útil" y vota por... es el único que puede ganar o sacar del poder al PRI, PAN, Morena.
Durante su campaña Fox mostró su terquedad, su intransigencia y su poca capacidad de negociación. Su sexenio fue marcado por las pocos a nulas reformas estructurales que necesitaba el país, hubo conflictos diplomáticos con Cuba y Venezuela, y el conflicto magisterial en Oaxaca. Sus seguidores lo defendían diciendo no se puede desaparecer en seis años, 70 años de poder; igual que los fans de Morena, la culpa la tiene los que estuvieron antes.
En Nuevo León tuvimos un candidato del hartazgo y nos fue muy mal, su ignorancia, prepotencia y su actitud pendenciara se le notaban y los votantes lo pasaron por alto, incluso algunos medios le daban la vuelta y decían que su actitud pendenciera era buena porque era un candidato independiente. Meses después hubo muchos que se arrepintieron, igual que con AMLO; pero aunque se arrepienten a tiempo, eso de nada sirve porque el mandato para gobernador y presidente duran seis años.
En los foros organizados por el Frente Amplio por México, Xóchitl no se mostraba con la suficiente habilidad para debatir, y lo que es peor, tampoco tenía una clara idea de los temáticas que más aquejan al país cosas que quizás por la experiencia política sí tienen Santiago Creel, Enrique de la Madrid y Beatriz Paredes. Xóchitl Gálvez me recordó la participación de Margarita Zavala, en los debates muy desangelada y gris, eso de que es muy grosera con la prensa, si el reportero no pertenece a un medio importante.
Cuando surgen los candidatos del hartazgo como Fox, el Bronco, AMLO y Xóchitl Galvéz, muchos ven la oportunidad de terminar con todo lo que está mal o con lo que el oficialismo representa, pero se olvidan que gobernar no es un chiste, que se necesita gente capaz, con experiencia, con conocimientos y con la capacidad de hacer concesiones con la oposición para lograr las reformas estructurales que el país necesita; de nada sirve que ganen si las cosas seguirán igual o peor, porque no se gobierna sólo con ocurrencias o con suficientes ovarios...
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Nos leemos, la próxima vez. Hasta entonces.