Sin duda el marketing de contenidos es una de las disciplinas más populares para promover todo tipo de negocios incluso marcas personales, y según estimaciones del Marketing Content Institute, el 69% de los mercadólogos genera más contenido que hace un año.
Y la buena noticia es que tú también puedes utilizar el marketing de contenido en tu estrategia, no importa si tu negocio es grande o pequeño, si es B2B (de negocio a negocio), B2C, (de negocio a consumidor), P2P (de persona a persona), pues el marketing de contenidos consiste en crear, publicar y compartir contenidos de interés.
¿Quieres saber los requisitos mÃnimos de un marketing de contenido?, sigue leyendo.
Aunque te pudiera enumerar una gran cantidad de requisitos, lo mÃnimo que debes cubrir son dos: Tener bien claro quién es tu audiencia (cliente) y mapear los conocimientos que le quieres transmitir, es decir si es marketing personal, en qué eres experto, qué es lo que te hace diferente a los demás; y si es tu negocio, cuál es tu principal diferenciador.
Una vez que tengas esto definido tienes que pensar en cómo y con qué frecuencia lo vas a compartir, es decir serán artÃculos para blogs, guÃas descargables, videotutoriales, podcast, infografÃas.
Con el marketing de contenidos podrás trabajar todo el ciclo de compra del usuario, porque podrás seguirlo desde que tiene una necesidad de compra hasta que decide satisfacerla.
Por ejemplo, en tu blog puedes publicar artÃculos que lo ayuden a investigar y tomar una decisión; con un ebook puedes ofrecerle información comparativa de distintas soluciones a su problema y con videos testimoniales puedes trasmitirle la experiencia de tus clientes.
Recuerda que los contenidos tendrán que responder a las necesidades y problemas de tu cliente ideal. Las herramientas que tienes a tu alcance son muy valiosas y puedes aprovechar tu página web y tus redes sociales al mismo tiempo.
Para lograr el éxito en el marketing de contenidos debes de tomar en cuenta las cuatro Cs, calidad, cantidad, compartir y conectar, pero de esto hablaremos la próxima vez.
Hasta entonces…
