Los resultados de la medición del lunes pasado, de nuestro Sistema de Evaluación y Previsión Política, nos indican un deterioro lento, pero sostenido, en la popularidad de AMLO, pero más fuerte para Morena. Todo indica que los escándalos de los Guacamaya leaks y el libro de Elena Chávez “El Rey del Cash”, están produciendo un fenómeno de decepción.
Es claro que, desesperadamente, AMLO y los suyitos tratan de conjurar un desplome severo para AMLO, el gran y único bastión de la mal llamada Cuarta Transformación. Destacan en el plan de control de daños Julio Astillero y Jorge Zepeda Patterson, que al pretender hacer del Cash una simple morralla, se significan como los grandes (aunque pequeños) intelectuales orgánicos, según la idea de Toño Gramsci.
La novedad actual es la vigorosa reacción, en las redes sociales, de sectores que manifiestan su decepción de maneras creativas, en memes y parodias a canciones populares, con la misma picardía tradicional mexicana con la que se opusieron, en tiempos de Victoriano Huerta (qué ganas de haber agarrado el pedo con cognac con aquel cabrón que era, además de muy inteligente, también bohemio como Yogas el cantinero), a la sustitución del peso plata por el papel moneda.
En aquella ocasión, en protesta, circularon billetes con la leyenda:
El águila real mexicana
es muy ingrata y muy cruel
se come toda la plata
y caga puro papel.
El gobierno montó en cólera, como ahora lo hacen AMLO y Adán Augusto López, y ofrecieron recompensa para identificar y castigar al poeta. Nadie denunció, pero empezaron a circular otros billetes con la siguiente leyenda:
La parte interesada desea saber
con qué dinero la recompensa se paga
si con el que come
o con el que caga.
AMLO y Morena enfrentan ahora al adversario más cabrón que con sus yerros se han sabido ganar: ¡El ingenio popular mexicano.!
Sin más, los dejo con mi reseña de resultados (https://youtu.be/i6uK5p0h4fY) y con la valoración, siempre interesante, que desde España hace Adolfo González.
