Desde hace a帽os, observo en M茅xico, a todos niveles de gobierno, una degradaci贸n del servicio p煤blico: las instituciones y autoridades no funcionan bien; los funcionarios o empleados no hacen bien su trabajo ni tienen vocaci贸n de servicio.
Hay excepciones, por supuesto, muchas de ellas notables. En la perspectiva general, sin embargo, los servicios que recibimos de los gobiernos y la calidad humana de los funcionarios y bur贸cratas andan por los suelos y siguen a la baja, no se ve c贸mo revertirla.
A partir del 2018, con la llegada al poder del proyecto de la Cuarta Transformaci贸n y sus cuadros de gobierno, el problema se ha agravado a tal punto que raya en lo pat茅tico.
Desde que se supo el resultado de las elecciones presidenciales en julio de ese a帽o y se anunci贸 a L贸pez Obrador como el futuro presidente de la Rep煤blica, empez贸 en muchos niveles federales del gobierno una gran fuga de empleados y funcionarios, quienes present铆an, por su experiencia y trayectoria, el desastre que se ven铆a como una tormenta.
Tal como ellos lo present铆an, sali贸 mucho talento y experiencia de las agencias del gobierno federal y entr贸 en su lugar, en general y con excepciones, una multitud sin preparaci贸n ni experiencia, pero 谩vida de aprovechar lo que los mexicanos llamamos 鈥渆l hueso鈥, es decir, conseguir una chamba en el gobierno con alg煤n familiar, amigo o conocido que nos eche la mano, y tirarse, literalmente, a la hamaca y dedicarse a cobrar religiosamente cada quincena sin preocuparse por su rendimiento laboral.
Del nivel federal cundi贸 muy pronto la misma pr谩ctica en los gobiernos de los estados ganados por Morena, el partido oficial, y en las alcald铆as de las ciudades a las que llegaron gobiernos municipales de la Cuatro T.
Aunque nunca tuvimos en el pasado una maravilla de gobiernos federales, estatales y municipales, sab铆amos que por lo menos algunas 谩reas de gobierno funcionaban bien, que pod铆as hacer un tr谩mite sencillo sin tantas complicaciones (como, por ejemplo, sacar el pasaporte o la licencia de conducir), que el cami贸n de la basura pasar铆a cada semana por tu calle, que siempre tendr铆as agua potable en tu casa.
Bueno, pues de esa regularidad (mediocre, s铆, pero regularidad al fin) pasamos a un escenario que considero en un pelda帽o m谩s debajo de lo regular, es decir, en el nivel p茅simo. Me refiero no solamente a los gobiernos morenistas, sino a los de todos los partidos y colores, quiz谩 sea como una especie de epidemia que empieza con un partido pol铆tico e infecta a los dem谩s.
El problema con todo esto es que provoca un efecto nocivo: las personas con vocaci贸n de servicio p煤blico y con preparaci贸n profesional y solidez moral, no tienen a d贸nde ir ni c贸mo poner en pr谩ctica su vocaci贸n, 驴qu茅 puede ofrecerles hoy el servicio p煤blico? Con este panorama, 驴qui茅n quiere ser funcionario de gobernantes p茅simos?
En M茅xico, la carrera universitaria de Administraci贸n P煤blica ha ganado lugar y prestigio en las universidades p煤blicas y privadas, y ya se cuenta con maestr铆as y doctorados de excelencia. Un cuerpo de investigadores y autores mexicanos han logrado colocar a nuestro pa铆s como un referente latinoamericano en el 谩rea de los estudios de la funci贸n p煤blica.
Existe un abismo entre el conocimiento de la Administraci贸n P煤blica y su alto nivel acad茅mico y, por otra parte, el bajo perfil de los funcionarios y el p茅simo desempe帽o de las instituciones y agencias de gobierno: la toma de decisiones sobre pol铆ticas p煤blicas, bajo la Cuarta Transformaci贸n, llega a niveles absurdos y demenciales alejados por completo de la racionalidad cient铆fica y el estudio de datos y evidencias.
Por esas razones me hago la pregunta: 驴Qui茅n quiere hoy ser un buen funcionario p煤blico? Muchos lo quieren, pero no hay lugar para ellos en los niveles de gobierno repletos de buscadores del 鈥渉ueso鈥.
En el gobierno de la Cuarta Transformaci贸n, ni est谩n todos los que son, ni son todos los que est谩n. No todo es negro panorama: podemos cambiar el estado de las cosas en el 2024 con nuestros votos. No lo olvidemos.
