La noticia de que hasta agosto han fallecido 169 migrantes oaxaqueños en Estados Unidos por causa del Covid 19, muy triste, nos recuerda la vulnerabilidad del migrante que anda en los caminos o que ya vive en su lugar de destino y ve truncados sus sueños por sucesos inesperados.
En particular, proviniendo de Oaxaca, hablamos de migrantes indÃgenas. AÃda Ruiz, directora del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante (IOAM), afirmó que familiares de migrantes fallecidos en el extranjero han recibido acompañamiento y asesorÃa jurÃdica del Instituto.
El total de repatriados a Oaxaca, hasta el momento, es de 154 personas. En total, 2,025 migrantes de todo México han muerto por infección de coronavirus.
Los oaxaqueños provenÃan de poblaciones de la región Mixteca, de Valles Centrales, Istmo de Tehuantepec, la Sierra Sur, la Sierra Norte, la Costa, la Cañada y la Cuenca del Papaloapan.
Cuando se van a Estados Unidos, los migrantes de ese estado llegan principalmente a California, al estado de Washington, Oregon, Arizona, Texas, Florida, Nueva York y Nueva Jersey.
Se dedican los hombres, en su mayorÃa, a las labores agrÃcolas y a la construcción; las mujeres, a labores de limpieza del hogar.
El 90 por ciento de quienes emigran salen de los pueblos mixtecos, zapotecos, triquis y mixes; además, son en un 60 por ciento monolingües o escasamente bilingües, muchos de ellos pasan del mixteco a aprender a hablar en inglés sin pasar por el español.
Una de las caracterÃsticas sobresalientes de la migración oaxaqueña a Estados Unidos es que lleva consigo, su idioma nativo, su cultura y un fuerte sentido de identidad étnica.
En Estados Unidos, los oaxaqueños construyen “comunidades transfronterizasâ€, nos dice la académica Alicia M. Barabas (investigadora del INAH/Oaxaca), las cuales son “nuevos tejidos socioeconómicos extendidos entre Oaxaca, Estados Unidos y puntos intermedios en los que se conforman modernas expresiones de identidad indÃgena que asumen formas culturales y polÃticasâ€.
Desde hace años, los migrantes oaxaqueños han formado organizaciones civiles, no partidistas ni gubernamentales, para la defensa de sus derechos y de su identidad cultural.
Algunas de ellas son el Frente IndÃgena Oaxaqueño Binacional (FIOB), la Organización del Pueblo Oprimido y Explotado (OPEO), la Organización Regional Oaxaqueña (ORO) y la Red Internacional de IndÃgenas Oaxaqueños (RIO).
"Son transnacionales no sólo porque traspasan fronteras nacionales, sino porque son construcciones etnopolÃticas que trascienden los Estados nacionalesâ€, afirma la investigadora Barabas.
Los migrantes oaxaqueños, como otros migrantes indÃgenas, se verán beneficiados de la implementación del programa “Atención Consular en Lenguas IndÃgenas†en la extensa red de consulados mexicanos en Estados Unidos.
Este programa lo anunció la SecretarÃa de Relaciones Exteriores desde marzo de 2019 y se ha avanzado gradualmente en su implementación, pues no es algo sencillo de hacer.
Además de las lenguas indÃgenas oaxaqueñas, se busca atender a los hablantes de maya, tojolabal, tarahumara, totonaco, chinanteco, yaqui, etcétera.
Como vemos, el migrante indÃgena oaxaqueño suda la gota gorda para trasladarse a Estados Unidos y, una vez ahÃ, aportan lo mejor de sà mismo, de su cultura y de su lengua.
La extensa red familiar y social que la migración oaxaqueña ha tejido desde hace décadas nos habla de su capacidad de adaptación y de su potencial gigantesco de solidaridad con su gente y sus raÃces.
No se olvidan de sus lugares de origen, las organizaciones que mencionamos (FIOB, ORO, RIO, etc) apoyan a su gente en México y a sus pueblos con obras y proyectos.
Son gente de trabajo, gente de bien. Son indÃgenas mexicanos que con audacia emprenden una labor llena de adversidades: dejar sus lugares de origen, vencer las adversidades del viaje y de la adaptación a los Estados Unidos, enviar remesas a sus familias y vivir la vida americana.
Por eso me llenó de tristeza la información sobre los migrantes oaxaqueños muertos por Covid 19 en suelo norteamericano: el virus cortó sus sueños, como a muchos otros mexicanos, pero no doblará sus espÃritus. Se les llora en México y en Estados Unidos, descansen en paz.