No es censura abstenerse de difundir, como medio de comunicaci贸n, la informaci贸n sin sustento notoriamente falsa y expresada en t茅rminos sensacionalistas.
Quienes as铆 lo afirman con relaci贸n a la interrupci贸n de la transmisi贸n de la conferencia de prensa del Presidente Donald Trump, el 6 de noviembre desde la Casa Blanca, desconocen u olvidan que una responsabilidad fundamental del trabajo period铆stico es verificar, hasta donde sea posible, el sustento y la credibilidad de la informaci贸n disponible.
Lo que el Presidente Trump dec铆a en esa conferencia de prensa, alegando un supuesto fraude electoral a gran escala en su contra, no fue acompa帽ado de evidencia alguna, no ten铆a sustento en la realidad y sembrar铆a confusi贸n e incertidumbre en la opini贸n p煤blica.
Adem谩s, su postura implicaba un ataque frontal al sistema electoral y a las instituciones democr谩ticas estadounidenses al hacer aseveraciones falsas en las que cuestionaba la legitimidad del sistema pol铆tico en su conjunto.
De la misma manera que Twitter empez贸 a poner 鈥渢ags鈥 de advertencia sobre la credibilidad de los mensajes que el Presidente Trump env铆a por esa red social, la plataforma que difunde esa informaci贸n ejerce su facultad de salvaguarda de la informaci贸n antes de que llegue 鈥渆n crudo鈥 a la opini贸n p煤blica.
鈥淟a tarea primordial del periodista es proporcionar una informaci贸n ver铆dica y aut茅ntica con la adhesi贸n honesta a la realidad objetiva鈥, se帽ala el C贸digo Internacional de 脡tica Period铆stica de la UNESCO (1983).
Esto se hace con el fin de que 鈥渆l p煤blico reciba un material apropiado que le permita formarse una imagen precisa y coherente del mundo, donde el origen, naturaleza y esencia de los acontecimientos, procesos y situaciones sean comprendidos de la manera m谩s objetiva posible.鈥
Por su parte, la Sociedad de Periodistas Profesionales(SPJ, por sus siglas en ingl茅s) de Estados Unidos nos advierte, en su C贸digo de 脡tica, que ese organismo cree que 鈥渓a ilustraci贸n del p煤blico es precursora de la justicia y cimiento de la democracia鈥.
Por tanto, 鈥渆l deber del periodista es promover esos fines buscando la verdad y ofreciendo un recuento justo y completo de hechos y temas鈥.
De haber permitido la difusi贸n de falsedades y la incitaci贸n de Trump para trasgredir el orden democr谩tico e institucional, los periodistas y medios de comunicaci贸n estadounidenses habr铆an incurrido en una grave falta a sus principios period铆sticos, al aceptar la propagaci贸n de informaci贸n notoriamente falsa como parte del reconocimiento de un supuesto 鈥渄erecho de expresi贸n鈥 de quien falsea la realidad.
鈥淟a integridad profesional es la piedra angular de la credibilidad de un periodista鈥, nos dice el C贸digo de la SPJ. 鈥淟os periodistas deben ser honestos, justos y valerosos al buscar, reportar e interpretar la informaci贸n鈥, concluyen.
Veo como un ejercicio de honestidad y de valent铆a period铆stica la decisi贸n de interrumpir la transmisi贸n de informaci贸n falsa y nociva para la opini贸n p煤blica el 6 de noviembre, sobre todo, cuando la fuente de esa informaci贸n era el propio Presidente de los Estados Unidos de Am茅rica.
Para calificarlo de 鈥渁cto de censura鈥 tendr铆a que haberse dado esa interrupci贸n al Presidente cuando 茅ste estuviera presentando pruebas y evidencias que sustentaran sus afirmaciones de fraude. No fue as铆. No hubo una sola prueba presentada por el Presidente Trump.
Ante esa situaci贸n, y en vista de la notoria falsedad de lo que ah铆 se afirmaba, los medios de comunicaci贸n se apegaron a sus principios period铆sticos y a sus normas 茅ticas del ejercicio period铆stico.
La responsabilidad, ese d铆a, estaba de lado del Presidente Trump al intentar manipular a los medios de comunicaci贸n norteamericanos us谩ndolos como simple 鈥渃aja de resonancia鈥 para difundir sus puntos de vista, sin sustento alguno. Al proceder as铆, incurri贸 en una violaci贸n grave de su juramento presidencial constitucional de actuar siempre en favor del inter茅s p煤blico supremo de su pa铆s.
脡se es el problema de fondo en tal incidente del 6 de noviembre. Desviar la atenci贸n a la supuesta 鈥渃ensura鈥 de los medios sobre el Presidente Trump es err贸neo: si alguien no hizo honor a su c贸digo de 茅tica, no fueron los periodistas. Saque usted sus conclusiones.