Lleg贸 y pas贸 la D茅cima Cumbre de L铆deres de Am茅rica del Norte 2023 entre el Presidente Biden, el Primer Ministro Justin Trudeau y el Presidente L贸pez Obrador (9 al 11 de enero) y, contra mi costumbre, me enfoqu茅 esta vez sobre las actividades que normalmente se consideran paralelas o secundarias a estas reuniones: la interacci贸n entre las esposas de estos gobernantes y la buena qu铆mica que lograron entre ellas.
Me llam贸 la atenci贸n que frente al acantonamiento de los se帽ores, la solemnidad de sus discursos y la frialdad, excepto entre Biden y Trudeau, de sus charlas en corto y sus escenas de fotograf铆as, las se帽oras se la pasaron muy a gusto, dentro del protocolo, en sus agendas paralelas que resultaron m谩s entretenidas que las rutinarias agendas de sus maridos.
No s茅, quiz谩 en el futuro me toque atestiguar en alguna cumbre pr贸xima un escenario invertido: mientras las mujeres gobernantes se aburren con tanta solemnidad y discursos elogiosos, sus esposos se dedican relajadamente a actividades culturales, visitas a museos y eventos como jornadas de lecturas y visitas a campos deportivos, m谩s cerca del coraz贸n de la gente que las grandes estrategias geopol铆ticas. Puede ser que incluso, al final de la jornada, se re煤nan a jugar domin贸 o p贸ker.
Por lo pronto, la se帽ora Jill lleg贸 el domingo 8 por separado de su marido, salud贸 a Beatriz Guti茅rrez (esposa de L贸pez Obrador) y empez贸 sus actividades con una visita a la Bas铆lica de Guadalupe como expresi贸n de su fe cat贸lica, a presentar sus respetos a la Virgen guadalupana, depositar una veladora y ganarse con ello una tonelada de simpat铆a entre los mexicanos.
En los d铆as siguientes, Jill acudi贸 a una reuni贸n con mujeres participantes en los programas de empoderamiento de mujeres y ni帽as, promovida por la Embajada de Estados Unidos en nuestro pa铆s, que forman parte de los objetivos de pol铆tica exterior norteamericana.
Los directivos de NFL M茅xico (National Football League) la llevaron al campo en donde promueven juegos de Tochito NFL, en donde conoci贸 a jugadoras como Diana Flores, la quarterback de la Selecci贸n Femenil de Tocho Bandera, y observ贸 las actividades de los deportistas.
No falt贸 la visita al Museo del Templo Mayor, esta vez en compa帽铆a de Sophie (ella lleg贸 el lunes 9 acompa帽ando a su esposo Justin), despu茅s de un evento protocolar en Palacio Nacional. Como el museo queda apenas a un par de calles, el recorrido lo har铆an caminando. Jill cambi贸 sus zapatos de tac贸n por un par de c贸modos tenis para descansar los pies; al regreso a Palacio a otro evento protocolario, se volvi贸 a calzar los tacones.
La se帽ora Sophie, graduada en comunicaci贸n y reportera y conductora de televisi贸n en Canad谩, luc铆a radiante en los eventos formales y relajada en los momentos informales con Jill y Beatriz (Sophie es la m谩s joven de las tres). Junto con Beatriz (Jill ya hab铆a partido de regreso a Washington) asisti贸 a presidir la inauguraci贸n de la exposici贸n 鈥淢iradas Originales鈥 al Museo Nacional de las Culturas del Mundo, evento organizado por la Embajada de Canad谩 en M茅xico.
En dicha exposici贸n, la artista Citlali Haro rinde homenaje a 12 mujeres ind铆genas de Canad谩 y M茅xico que luchan por los derechos de las comunidades ind铆genas.
La se帽ora Beatriz fue la anfitriona y, por lo que se vio, logr贸 una buena relaci贸n con Sophie y Jill, por lo menos, como se ve en las fotograf铆as, mucho m谩s cordial que la relaci贸n entre Joseph, Justin y Andr茅s Manuel. En este terreno, le sac贸 bien la chamba (como decimos en M茅xico) a su marido.
Tanto en el caso de Canad谩 como el de Estados Unidos, el empoderamiento de mujeres y ni帽as forma parte de sus objetivos y estrategia de pol铆tica exterior, y es una pol铆tica activa. En M茅xico hay mucho, pero mucho trabajo por hacer en ese sentido, pese a la existencia de una 鈥減ol铆tica exterior feminista鈥 que, adem谩s de su lanzamiento p煤blico el a帽o pasado, no parece formar parte de la visi贸n estrat茅gica del gobierno mexicano.
Lleg贸 y pas贸 la D茅cima Cumbre de L铆deres de Am茅rica del Norte, pero esta vez se la robaron tres mujeres; sin ellas, no s茅 qu茅 estar铆amos reportando que no fuera de tono solemne, acartonado y repetitivo de tantas cumbres anteriores. Gracias, Jill, Sophie y Beatriz por salvar la fiesta.
No me cabe la menor duda: el futuro de Am茅rica del Norte est谩 en manos de sus mujeres.