No, no voy a decir que les dije algo que vaya a pasar, o haya pasado, la frase que uso como título de este artículo creo que es lo que nos dirá AMLO una vez que haya pasado la pandemia, sin importar que varias veces haya dicho que ya íbamos de salida o que ya habíamos aplanado la curva y así una y otra vez, hasta que en algún momento le atine.
Es como quien juega el mismo número en cada sorteo de la lotería y el día que obtiene algún premio dice, ¡ya ven, les dije que era mi número de la suerte! Sin importar cuántos cientos de veces haya perdido, alguna vez se puede cumplir su deseo o profecía.
Así sucede con la pandemia del Covid-19, tantas veces ha dicho nuestro presidente que ya la vencimos que, el día que eso pase, nos va a decir, se los dije que ya la habíamos vencido, sin importar que desde que decretó la nueva normalidad haya habido más de 20 mil muertos y cientos de miles de enfermos.
Creo que todos podríamos entender que un presidente tiene que mantener la calma, tiene que ser optimista, sería fatal para la moral pública que saliera a decir que ya nos llevó patas de cabra, pero de ahí a salir y minimizar un problemas de las dimensiones que tiene la actual pandemia, me parece que va mucho más allá de optimismo, me parece una actitud francamente inmoral y hasta criminal.
Sucede que, en un país como el nuestro, en que mal o bien el presidencialismo está muy arraigado, la palabra del presidente pesa y mucho.
Por ello, desde el inicio de la pandemia mucha gente no cree en ella, porque el presidente la minimizó desde siempre, recordemos que, cuando ya se veía venir el desastre, él invitaba a la gente a salir, abrazarse y ponía el ejemplo besando a niñas en sus mítines. No pasa nada, decía.
Y hace casi dos meses que decretó la nueva normalidad, el fin de la pandemia, asegurando que la curva se había aplanado y que había que salir y puso el ejemplo dijo que ya había tomado la decisión de irse de gira, ello sin tomar en cuenta que su vocero con respecto a la pandemia, Hugo López-Gatell, no había dicho que ya se podía, pese a que el propio presidente aseguraba hacerle caso.
Si a alguien de quienes leen este artículo les gusta el futbol y vive en Monterrey, seguramente recordará un dicho de Roberto Hernández Jr. “a Tirzo Carpizo, tírele al piso”, no tanto porque realmente ese portero sufriera con tiros abajo, sino porque la frase rimaba y el día que alguien le metía un gol por abajo, lo repetía una y otra vez para que todos vieran lo acertado de su frase, un genio de la comunicación.
Pues así está el presidente y el día que salgamos de esta, pese a los miles de muertos y los miles más que se acumulen, saldrá a decirnos, “siempre se los dije, que ya íbamos saliendo”, qué se le va a hacer.
