En las últimas encuestas la aprobación del trabajo realizado por el presidente Andrés Manuel López Obrador cayó 8 puntos porcentuales ubicándose en los 54 puntos de aprobación, contra los 66 puntos que obtuvo el mes anterior.
¿Significa esta baja que inicia el declive de López Obrador?
A decir verdad no necesariamente. Resulta difícil pensar que luego de una pandemia como la que ha provocado el Covid-19, la cantidad de muertos que ha originado y la caída en la economía, que apareció antes de la pandemia, además de la inseguridad que ha dejado más muertos por la lucha contra el crimen organizado en estos tres años que en todo el sexenio de Enrique Peña Nieto, un gobernante tenga estos niveles de aprobación. AMLO los tiene y eso debería decirnos algo.
En principio podría decirse que, siendo los jóvenes de entre 18 y 24 años quienes más apoyan al presidente seguidos de los mayores de 65 años y más, con 61 y 54 puntos porcentuales de apoyo respectivamente, los programas sociales están funcionando en términos de aprobación de las acciones realizadas por el gobierno de López Obrador, pero ello no explicaría por qué en la franja etaria que se encuentra entre los 25 y 54 años reciba apoyos superiores del 50% y solo entre los de 55 y 64 años baje a 46 puntos porcentuales.
Algo debería explicar estos altos niveles de aprobación al trabajo del presidente y quizá ese algo sea la permanente exposición que tiene en medios a través de "La Mañanera". Quien crea que una sola caída en la aprobación puede significar el declive del presidente, podría llevarse una sorpresa, quizá deberían revisar el significado de Apotropaico y se explicarían muchas cosas.
Pero antes de intentar esa explicación deberíamos de intentar explicar la caída de estos 8 puntos porcentuales generada durante el mes pasado.
En principio, considero, que gran parte de esa caída se debe al escándalo de la llamada "Casa Gris". La sospecha de que su hijo José Ramón López Beltrán se haya visto beneficiado por contratistas de Pemex impactó en la imagen de austeridad y honestidad que ha proyectado el mandatario mexicano durante toda su vida pública.
Resulta inconcebible para algunos que siendo el presidente un defensor de la vida austera para todos los niveles de la sociedad, su hijo disfrute de las mieles que solo los "fifís" pueden disfrutar en nuestro país, inclusive agregaría que el hecho de que viva en Estados Unidos hace más patente el contraste, sobre todo cuando AMLO ha acusado a ese país, de injerencista, yendo más allá hasta señalar la posibilidad de que desde el gobierno de nuestros vecinos del norte se alienta un "golpe blando". De ser así, ¿por qué sus hijos, dos de ellos, viven allá?
Pero además de lo anterior, durante el mes que ha durado en los medios el caso de su hijo José Ramón, el presidente ha perdido una de las principales ventajas que le da el uso de "La Mañanera", es decir, normalmente él impone la agenda y, en este caso, no ha sido así, incluso sus intentos de dar vuelta a la página han fracasado estrepitosamente, lo que lo ha hecho reaccionar de forma poco afortunada.
Entonces, la baja de 8 puntos puede ser un efecto temporal ocasionado precisamente por este caso, inclusive en la encuesta de El Financiero, la ubicación en los 54 puntos porcentuales del presidente marca el punto más bajo alcanzado durante su mandato, lo cual no es así en otras encuestas.
No obstante, en otras ocasiones las caídas en la aprobación del presidente han sido revertidas, superando los 60 puntos de aprobación, aunque sin llegar a los más de 80 que alcanzó casi al inicio de su mandato.
¿Por qué estos niveles de aprobación aún y cuando un 40% de los encuestados señala que existe un problema en el terreno de la economía y un 27% asegura que la inseguridad es el mayor problema que enfrenta?
Hay quien asegura que todo esto se debe a que enfrenta a una oposición ausente, sin rumbo y "moralmente derrotada", otros aseguran que el presidente ganó la narrativa y hoy muchos dan por cierta su versión de los hechos.
Por mi parte creo que hay un proceso que no se toma en cuenta, algo muy sencillo y que tiene que ver precisamente con "La Mañanera".
Ese instrumento de propaganda o comunicación como deseen llamarle, no deja espacio para nada más en los medios tradicionales de comunicación, solo algunos dan cabida a otra "narrativa" a "otros datos" que no provienen de gobierno y, en este contexto se vuelven minoritarios por mucho.
Andrés Manuel tiene para sí todo el espacio comunicacional del país, las redes sociales, con todo y su avance, aún son minoritarias y en ocasiones sirven como una especie de válvula de escape en la cual se ejerce el derecho al pataleo, como se decía en el régimen postrevolucionario.
Pero aunque parezca que hoy las redes ya no son tan favorables al presidente, la verdad es que se encuentran muy divididas.
Mientras no se abran espacios para que más versiones de la realidad vean la luz en el espacio comunicacional, el presidente seguirá contando con muy altos niveles de aprobación, independientemente de lo que ocurra en la realidad.
Más aún, él ha explotado la polarización para alcanzar su objetivo, y le está resultando, 89 % de quienes se identifican como simpatizantes o miembros de Morena aprueban su gestión gubernamental, en tanto que también lo hace el 41% de quienes se consideran apartidistas, pero un sorprendente 21% de los panistas y un no tan sorprendente 29 % de los priistas también lo aprueban.
Como señalé líneas arriba, ya antes ha enfrentado el presidente caídas en su aprobación, en algún punto durante la pandemia fueron menos quienes lo aprobaban que quienes reprobaban su actuación, pero posteriormente volvió a subir en las encuestas, algo que puede pasar de nuevo precisamente porque casi es seguro que volverá a ocupar todo el espacio comunicacional que se ofrece en el país, o al menos la gran mayoría de este.
La caída que se presentó durante el mes de febrero, se debió a que dejó de ocupar todos los espacios noticiosos, que fueron ocupados por su hijo y por quienes lo criticaban, así como por declaraciones propias que parecían producto de la desesperación, o que al menos así podían percibirse.
Así es que, a menos de que suceda otro caso similar en sus efectos sobre el espacio comunicacional, seguramente veremos que AMLO vuelve a sus niveles de aprobación previos a febrero.
Sin embargo, el fenómeno da una muestra acerca de la vulnerabilidad del presidente.
