Independientemente de que creo que hasta hoy el manejo que ha tenido gobierno del estado en esta crisis sanitaria ha sido bueno, me parece que tuvo un resbalón en el caso de los horarios instrumentados para el servicio de transporte público.
El primer día, según se pudo observar, tanto en redes como en medios de comunicación, las aglomeraciones estuvieron a la orden del día.
Precisamente lo que se trataba de evitar, fue lo que se propició.
No es difícil pensar que en unos días veremos las consecuencias de esta decisión en el aumento de los casos confirmados de Covid19.
En fin, eso ya está hecho y a lo que sigue.
Y lo que sigue es que el gobierno del estado debe dar marcha atrás a la medida, de no hacerlo, estaríamos destejiendo de noche lo que se ha tejido de día, esto es, todo lo bueno que se ha hecho hasta ahora, pudiera ser echado por la borda en caso de no rectificar.
Se han escuchado algunas excusas disfrazadas de explicaciones, según las cuales, los usuarios adelantaron sus salidas en aras de no verse afectados por la medida tomada por las autoridades del transporte.
Puede ser que así sea, sin embargo, luego de que hicieran el análisis por horas de los movimientos que se presentan en el transporte público, ¿por qué no realizaron un análisis del comportamiento de los grupos en momentos como estos?
¿Acaso no aprendieron de los primeros días en que la gente se volcó a comprar, sin una lógica que lo explicara, papel sanitario en cantidades industriales?
¿O las compras de pánico luego de que se anunciara que las cerveceras dejarían de producir durante la pandemia?
¿Qué les hizo pensar que ahora la gente se comportaría de forma diferente?
Lo hecho, hecho está, ahora lo que procede es corregir y sí no se corrige, pues ya veremos cómo se disparan los contagios. Es cuestión de tiempo.