Ahora que El Bronco propuso hacer del municipio de Anáhuac una "ciudad santuario", cualquier cosa que eso signifique en nuestro paÃs, no pude evitar que viniera a mi mente una canción, de finales de los años 70 del siglo pasado, que interpretaba Amparo Ochoa y compuso Ferrusquilla.
Se llamaba "El oro blanco", narra la historia, desconozco si real, del auge y caÃda de Cd. Anáhuac debido al cultivo del algodón y, supongo, hacÃa referencia a finales del siglo XIX. En pocas palabras dirÃamos que efectivamente la ciudad tiene una vocación agrÃcola, que es lo que propuso RodrÃguez Calderón.
Pero, más allá de eso, también recordé la frase de Yuval Noah Harari según la cual la gente vota con los pies, esto es, "camina", se desplaza, hacia donde espera alcanzar uno o varios de sus sueños, en este caso un sueño de mejorÃa económica representado en principio por EUA y en segundo término por nuestro estado.
Puedo entender en el gesto de El Bronco un intento, quizá hasta desesperado, por conseguir unos recursos que el gobierno federal está centralizando, pero más allá de ello, no veo futuro en la propuesta, ni siquiera visos de que pudiera funcionar.
Si los inmigrantes quisieran trabajar en Nuevo León, en el ámbito rural, seguramente se dirigirÃan desde ya, hacia donde hubiera una actividad de este tipo, pero no lo hacen, se dirigen a Monterrey, que es, al final de cuentas, un posible sucedáneo, por asà decirlo, del "American Dream", el sueño americano.
Es triste que en nuestro paÃs, un estado como el nuestro tenga que intentar montarse en una ola como la de los migrantes para buscar ingresos que, por otra parte, le corresponderÃan de acuerdo a lo que aporta a la economÃa nacional.
Pero asà están las cosas, pa´serles franco.