Nadie en su sano juicio puede estar en contra de cortar con los dispendios en el gasto público, así como tampoco nadie puede estar de acuerdo con recortes en áreas como salud y educación o en áreas de investigación, que son, se supone, prioritarias.
Por eso llama la atención la nota de El Universal según la cual el comedor del Conacyt gasta en satisfacer los gustos de la directora del organismo, nada menos que 15 millones de pesos en los últimos meses, precisamente cuando se ha recortado el gasto de los centros de investigación y el apoyo a programas como el que apoyaba a quienes van a los campeonatos de matemáticas en distintas partes del mundo y en los cuales estudiantes mexicanos han alcanzado importantes logros.
La nota llama más la atención porque el pasado fin de semana se hizo tendencia el tuit en el cual Guillermo del Toro se ofreció a pagar los pasajes de avión para ocho estudiantes que irían a Sudáfrica a participar en el campeonato mundial de matemáticas, iniciativa a la que se unió Grupo Modelo, quien pagará el hospedaje.
Tatiana Clouthier, se unió a esta iniciativa y ofreció "algo de viáticos" a los jóvenes, pero no le fue bien en las redes sociales, quizá la legisladora no captó que, aunque quizá en lo personal ella no concuerde con los recortes, forma parte del proyecto que está promoviendo ya no solo la austeridad republicana, sino franciscana y recortando donde no debería.
Qué bueno que la Dra. María Elena Álvarez-Buylla cuide su salud y la de sus cercanos colaboradores, que quiera ser consecuente con su postura de no promover transgénicos y de promover la ciencia nativa, me refiero a los pueblos nativos del país, como ella lo ha señalado, lo que ya no resulta tan bueno, es que no pare en gastos para lograrlo y, mientras, limite a los investigadores y a los jóvenes aspirantes a científicos a la austeridad no republicana, sino francamente franciscana.
Cuidan los centavos y dispedian los pesos.
