Esta ciudad es como un hervidero de personas que creen que pueden emprender, que pueden crear su manera de ganarse la vida. Como ejemplo podemos pensar en el número de personas que deciden poner una venta de tacos de esquina y que operan medio año y después desaparecen de ahí para ponerse en otro lugar y así siguen hasta que desaparecen o se convierten en la novedad de una colonia.
Parecería que poner una taquería es un emprendimiento muy fácil, pero no lo es, requiere muchas habilidades y el compromiso de seguir un día tras otro.
Estamos hablando de vender tacos porque es lo más común, no es lo más fácil, pero en la imaginaria de la gente si lo es, vender comida ya es otro nivel.
Emprender la fabricación de un complemento industrial, como en un taller de maquinado, es volverse un emprendedor que vive en la legalidad. La complejidad aumenta exponencialmente.
Ante esta complejidad empiezan a surgir las necesidades y las especializaciones. Alguien que sepa vender y que entregue. Alguien que tome las ordenes y especificaciones. Alguien que programe las compras y asegure el abastecimiento y luego alguien que administre los dineros, que pague sueldos, los pedidos y cobre. Y así podemos seguir con la lista de especialistas, personas que solo saben manejar una máquina en particular y tienen idea de como manejar otras. Personas que pueden reparar y ajustar un torno, pero no una fresadora vertical.
A medida que aumenta la complejidad del trabajo y el nivel de habilidades y capacidades, lo lógico sería pensar que aumentan, en la misma proporción, las ganancias. Pues no, no es así.
Lo que aumenta es el papeleo, los reportes, los pagos al gobierno que son exactos y los pagos de tus clientes, que son lejanos. Como si tuvieras un socio que se lleva una tajada sin hacer nada, esa tajada monetaria son los impuestos.
Cualquiera desistiría y aventaría el arpa. Este es el mundo en el que vivimos los regiomontanos.
Aferrados a nuestra visión de la vida, esforzándonos para pagar las cuentas y todavía tener la esperanza de lograr la expansión del negocio.
Esto es lo mismo en todos los niveles y tamaños. Lo mismo batalla Nemak para vender y cobrar sus cabezas de motor, que Vidrio Plano para operar la fabricación de vidrio automotriz y de construcción. Todo es complejo porque el mundo es complejo.
Y en este mundo complejo, quizá la única constante, sea el miedo. Miedo al fracaso, miedo a equivocarse, miedo a no alcanzar la meta, miedo a ser despedido. Dicen los chinos que el miedo es un monstruo de mil cabezas. Como La Hidra, el monstruo que tuvo que vencer Hércules en uno de sus trabajos.
El miedo es el primer obstáculo que tenemos que enfrentar cuando emprendemos el Camino del Guerrero. Este camino se le ha ofrecido al ser humano de muchas maneras, pero todas ocultas en los escritos.
Por ejemplo, en el libro sagrado del hinduismo, Bhagavad Guita, se describe el camino del alma hacia la iluminación.
El viaje del héroe es un esquema utilizado para explicar el desarrollo de la mente del ser humano. Es un esquema explicado por primera vez por el mitógrafo Joseph Campbell en 1949 en su libro “El héroe de las mil caras”.
En el camino del guerrero la meta es llegar a la muerte totalmente consciente de quien eres, pero para eso tienes que vencer todos los obstáculos.
El primer propósito es ganar tu tranquilidad, y esto lo logras a través de vencer el miedo.
Aceptar que es la mente la que te engaña y te hace creer que lo que piensas e imaginas es real. Aceptar que la tarea de la mente es manejar tu vida.
La metáfora del carruaje de caballos es muy útil para describir esto. Los caballos son las emociones que corren en muchas direcciones, el chofer del carruaje es la mente, el carruaje es el cuerpo, y entonces, ¿quién eres tú? Tu eres el pasajero.
Tu eres quien debe fijar el rumbo, tu eres quien debe establecer su propio propósito de vida.
Cuando te das cuenta que el miedo es un engaño de la mente, entonces ganas tranquilidad y como consecuencia ganas claridad de pensamiento.
Entonces te das cuenta porqué decidiste emprender, para qué estas vendiendo tacos, porque expresas tu ser diseñando piezas de acero y maquinando herramientas en un taller, entiendes porque has decidido hacerte responsable del crecimiento de las familias de todos tus colaboradores. Entonces puedes ver claramente cual es tu propósito de vida.
No perdamos la esperanza, ni la fe, hasta la próxima.