El pasado 13 de junio, antes de que empezara la canÃcula de este año, le dedicamos un espacio a la fragilidad humana en la que vivimos los habitantes de Monterrey.
Ya se sabÃa de la construcción del acueducto El Cuchillo II que vendrÃa desde la presa El Cuchillo.
El 29 de julio de 2022, Germán MartÃnez Santoyo, director de la CONAGUA anunció que Banobras financiarÃa 15,750 millones de pesos para la construcción del acueducto. También anunció la inversión de $1,118 millones de pesos para terminar la presa Libertad en el año 2023.
Al mes de septiembre se ha ejercido el 90 por ciento del presupuesto y todavÃa no se pone en marcha el bombeo de agua para monterrey.
Los niveles de las presas están en los mismos niveles crÃticos en los que estuvieron el año pasado.
La necesidad de regular el abastecimiento de agua a la ciudad es un hecho. La diferencia con respecto al año pasado es que, el año pasado, se anunciaban los cortes y las disminuciones de presión a que se tendrÃa que someter el sistema de distribución de agua. Este año no.
Hay zonas de la ciudad en que se ha disminuido y/o cerrado el abastecimiento de agua, por semanas, sin avisar.
Las personas, las familias, los barrios, han sufrido la carencia del lÃquido.
Lo que si se está anunciando son las manifestaciones de los ciudadanos exigiendo el abastecimiento.
Aparecen en los periódicos las fechas, horas y lugares en donde la gente cerrará las vialidades. Gonzalitos es una de las avenidas donde el impacto a la vialidad de la ciudad es mayor.
Llegamos a lo que más se temÃa. Los cortes indiscriminados, la ausencia de explicaciones, la evasión de responsabilidades. Nadie asume la responsabilidad de lo que está pasando.
El gobernador GarcÃa y el presidente López Obrador, dieron por inaugurado el acueducto y con singular alegrÃa anunciaron que, en pocos dÃas, se recibirÃa el agua adicional utilizando el nuevo acueducto.
Esto no sucedió porque al acueducto le faltan tramos de tuberÃa y la instalación de algunas válvulas. Las autoridades insisten que en pocos dÃas entrará en operación el acueducto.
Este año la ciudad está mejor equipada para autorregularnos en el consumo de agua. Se ha invertido mucho dinero en la instalación de tinacos y en el equipamiento para mantener la presión en las casas.
Sin embargo, seguimos careciendo de la voluntad de disminuir el consumo. Hay muchos medios que están trabajando para impulsar una cultura de cuidado del agua. No está dando resultado.
Sabemos que podemos bañarnos con mucho menos agua, y que podemos utilizar el agua de las lavadoras para el uso en los sanitarios o el regado de jardines. Pero no lo hacemos.
TodavÃa hay muchas personas que usan la manguera para limpiar las banquetas o para lavar los carros.
Se gasta una buena parte del presupuesto de los clasemedieros en comprar agua de garrafón para el consumo, porque ya no hay la confianza de que el agua sea potable o esté limpia. Mucha de la carga económica está recayendo en ese segmento de población.
Los que están sufriendo es el otro segmento, el que no puede comprar tinacos, el que tiene que esperar las pipas del gobierno y de las empresas.
¿Cuáles empresas? las de siempre, las que siempre salen a apoyar a la población: Heineken México, Arca Continental, Femsa, Oxxo, Bonafont, Ternium, Topo Chico, Grupo Alfa, Alianza Mexicana de Transportistas y organizaciones empresariales como la Caintra, Canaco y Coparmex.
Seguimos necesitando la voluntad de la población. El problema del agua no se resolverá con el acopio de la presa Libertad, ni con el abastecimiento de cinco litros de agua por segundo del acueducto El Cuchillo II.
El problema se resolverá con una cultura en favor del agua, con la voluntad de todos los regiomontanos: los que tienen mucho, los que tienen más o menos y los que nada tienen.
Hagamos el esfuerzo.
