El Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) lo define como la forma más extrema de violencia contra la mujer; mientras que ONU Mujeres explica que una constante en los asesinatos de mujeres es la brutalidad y la impunidad que los acompañan.
En el país de las coyunturas, hoy tenemos una muy triste y lamentable: el feminicidio. El tema no es nuevo y es un delito que todos los días, desde hace muchos años, es la cruz que cargan las mujeres en México. No hay rango de edad, lo mismo niñas que adultas.
En la presidencia tenemos un gran comunicador, que todas las mañanas sale a repartir culpas, sale a dividir, a fomentar el encono, a ignorar, pues sabe que el enojo social es el escenario en el que mejor se despliega el populismo autoritario, representado hoy por la #4T y está controlando no solo a sus fanáticos, sino a sus opositores.
En el tema de feminicidio, el presidente no entiende que no entiende y lejos de mostrar un plan de acción, habla del modelo neoliberal, la corrupción y la pobreza, demostrando tristemente su ignorancia y siempre jala agua para su molino, pues sigue la doctrina de su némesis “ni los ve, ni los oye”.
Es más, la gran maroma de la rifa no rifa del avión, se atrevió a decir que “no quiero que los feminicidios opaquen la rifa” y de paso que por favor no le pinten las paredes de su palacio.
Como respuesta a los cuestionamientos, suelta un decálogo de verdad lamentable que parece canción de Gloria Trevi.
Los recientes casos de feminicidio que se han registrado en la ciudad de México han sacudido a la opinión pública nacional e internacional, quisiera que el presidente aclarara si los gobiernos neoliberales de Cárdenas, Robles, Ebrard, Encinas, Godoy, Mancera y el actual entran en su repartición de culpas. No lo creo.
Los mexicanos y cualquiera que se ponga a razonar ese actuar, sabe que lo peor que le puede pasar a una sociedad deteriorada, es que sea lidereada por alguien que abandere un discurso polarizador, de odio, basado en tres ejes: el desahogo, la división y la distracción.
Aquí la responsabilidad es de los ciudadanos para recomponer nuestra sociedad, para preocuparnos por el de a lado, por nuestra comunidad, pues de no hacerlo, generaremos espacios para que pequeñas versiones de estos personajes se incrusten como garrapatas en la piel y sí, pueden ser peores.
Y da pena ajena la atroz legión de fanáticos en el poder es que adoptan como suyos los disparates mañaneros como decir que el movimiento feminista está organizado por grupos de interés, que los padres de niños con cáncer, los periodistas que piden justicia, las madres que piden estancias infantiles, economía estancada, la violencia en aumento y llevan ya más de un año repartiendo culpas y de resultados no hemos visto nada, solo una narrativa presidencial, bien contada, sectaria, que solo convence a sus fanáticos, a sus focas aplaudidoras que son capaces de decir que el crimen de la pequeña Fátima es un ataque a su líder. Miserables.
Y de paso, en la sede de la Guardia Nacional, en este clima de encono dice que a los delincuentes hay que tratarlos con respeto” (como a Ovidio) y si le creo, pues delincuentes consumados forman parte de su círculo cercano, ustedes saben quiénes son. Quien solapa es cómplice.
Y todo tooooodo es para afectarlo a él sólo a él y a nadie más que a él, la ironía es que si su gobierno se está sosteniendo, es gracias al neoliberalismo (aunque les sangre la boca a loa AMLOVERS, es un hecho).
En resumen, tenemos un gobierno omiso, particularmente al feminicidio, pues parece que por parte del gobierno federal hay indolencia y al día de hoy no hay una respuesta institucional, un plan de acción.
El lopismo, no muestra empatía con esa tragedia, con el dolor de las familias que lo padecen y el de millones que vemos el operar del crimen, indignados, desde su púlpito mañanero, pide que las feministas no pinten las puertas, culpa al neoliberalismo y en sus clásicas maromas, cita a José Alfredo Jiménez.
"Como la canción de José Alfredo: 'cuando el pueblo no me quiera, ese día voy a llorar, voy a llorar y me voy a ir'. Porque si el pueblo no quiere al gobernante el gobernante no sirve, es la nada”, sobre este punto diría que alguien le vaya pasando los kleenex.
Y de paso ante las críticas, nuestro escatológico y refranero presidente dice que no es “monedita de oro”.
Todos tenemos una mujer importante en nuestra vida, madre, hermanas, tías, amigas, nos preocupan.
Parece que la 4T no tiene madre… ni hermanas…
Queremos más gobierno y menos maromas.
Yo me pregunto ¿Dónde están las feministas del gabinete?
Con las mujeres, el lopismo está moralmente derrotado.
#JusticiaparaTODAS
Tiempo al tiempo.