Ellas hicieron historia, como siempre contra todo contra todos, contra ya sabes quién.
Como lo esperábamos todos, todos los que estamos en contra de que las mujeres sean violentadas, el pasado fin de semana las mujeres unieron la derecha, la izquierda el centro, nos unieron a todos, vestidas de morado, cada gota, convirtió esta marcha en un temporal púrpura.
El que se haya realizado esta movilización es producto del estado de derechos y libertades que hoy gozamos, con sus alcances y limitaciones, producto de confrontar al poder, bajo ninguna dádiva gubernamental.
Y siempre el poder hará todo lo que tenga a su alcance para ignorar, minimizar, desacreditar cualquier ímpetu que le implique perder algo del poder que ostenta o para sus personas favoritas.
El tema de los derechos de la mujer, la marcha del 8M y el paro del día siguiente, han tratado de ser boicoteados, por conveniencia o por convicción. De los primeros puedo decir que hay muchos, empezando por el gobierno federal, encabezado por alguien que solo busca, a como de lugar un lugar en la historia.
Pues todo lo que hicieron desde la silla presidencial, gabinete, fanáticos y bots que fue desacreditar el feminismo, los vuelve en automático conservadores, en los únicos conservadores del fin de semana pasado. Ese será su lugar en la historia.
La de un gobierno que permite que las mujeres sigan muriendo, que sus prioridades son rifas y tandas, la línea del presidente humanista no ha sido acertada, en lugar de sumarse como lo hizo Claudia Sheinbaum, la pejeparanoia afirma que se trata de una protesta magnificada por grupos conservadores que buscan afectarlo, pues ellos son culpables de todo lo que no entiende ni resuelve. No se da cuenta de que el primer conservador es quien se sienta hoy en la silla presidencial.
Parece que en el palacio no hay alguien que les diga que el movimiento es mundial, legítimo por dónde le queramos ver, a pesar de que la oposición de la temida derecha del país salió de su escondrijo para obtener su tajada política. La derecha no es feminista.
Y que mejor ejemplo de ello es el día que la esposa del Presidente, Beatriz Gutiérrez Muller, saliendo de su escondite, se sumó al apoyo a la manifestación y luego de un jalón de orejas de su consorte, reculó y se puso en contra de millones de mujeres, abanderando la contracampaña oficialista para atacar al movimiento feminista.
El número de feminicidios se ha disparado en los últimos años. En 2019 se reportaron 1.006 casos, un aumento frente a los 912 registrados el año anterior.
“Nos están matando. AMLO nos estás fallando con tu indiferencia y pasividad”.
Al leer consignas como esta en la marcha, pienso en cuántas de esas decenas de miles de mujeres feministas que alentaron el voto en favor de AMLO y ahora se dicen parte del movimiento de las mujeres contra la violencia y el fin de la impunidad.
Que ayer ganaron cuando impulsaron la llegada a la presidencia de su pejestad y hoy no paran de criticar la inacción del gobierno.
Ese es un golpe que duele en ambos sentidos, en las esperanzas (infundadas) de que este gobierno iba a hacer algo diferente en el tema de las mujeres y también golpea al gobierno que día a día, se les van acabando las maromas y ven una caída libre en popularidad que sin duda se traducirá en un voto de castigo para la siguiente elección.
Hoy tenemos un gobierno alejado de la mujer, que muestra cero empatía con el movimiento feminista, totalmente desvinculado, demostrando que a pesar de recibir una de las protestas más grandes de la historia del país sigue montado en su macho.
Tenemos un gobierno enano, cuya prioridad es ¡El aviooooon jefe, el avióoon!
Veremos hasta cuanto les dura la arrogancia.
Ellas se merecen todo, la primavera comenzó con una lluvia púrpura, que hace que el tema feminista se trate en conversaciones en la mesa familiar y la agenda nacional.
Podremos estar o no de acuerdo con las formas, pero en el fondo todos queremos a salvo a las mujeres, todos venimos de ellas, los que no, simplemente son miserables.
Tiempo al tiempo.