La inflación, un impuesto que nadie evade, pero tampoco nadie recauda

La pandemia no ha terminado y cada vez surgen más variantes que preocupan, a la par que el proceso de vacunación en las grandes economías parece estancarse.
24/06/2021

En los últimos meses la inflación ha alcanzado niveles no vistos en varios años. Los bancos centrales del mundo argumentan que es transitoria, por el efecto matemático de baja base de comparación, por los cuellos de botella en la transportación, por la escasez de algunos productos y por el alza en el precio internacional de las materias primas. Transitoria o no, implica subida en los precios y merma el poder adquisitivo de la población.

La inflación puede clasificarse en los componentes subyacente y no subyacente. El componente subyacente, es la parte medular y traza la trayectoria de largo plazo de la inflación. Por su parte, el componente no subyacente incluye los precios más volátiles de la economía, así como los precios determinados por el gobierno, en donde se encuentran los agropecuarios y energéticos. Además de analizar la inflación general, los bancos centrales analizan si las presiones provienen del componente subyacente, pues aumenta la probabilidad de que la inflación alta persista. El componente no subyacente, al incluir los precios más volátiles, puede subir una quincena y a la siguiente ajustarse, por lo que regularmente no representa una preocupación, a menos que se repitan las presiones y se generen efectos sobre otros productos.

La inflación puede provenir del lado de la demanda cuando la actividad económica sube, o del lado de la oferta cuando se debe a choques (por ejemplo, una helada) que suelen ser transitorios. Además, puede hablarse de una inflación importada, cuando los precios de las materias primas a nivel internacional suben y se traspasan a los precios al consumidor. También está el efecto de traspaso del tipo de cambio que generalmente impacta durante varios meses cuando el tipo de cambio sube, mientras que las disminuciones en tipo de cambio se ven reflejadas en la inflación con varios períodos de retraso y de manera paulatina.

Aunque la inflación importada debiera ser transitoria, también existe el riesgo de tener efectos de segundo orden, es decir de generar aumentos en precios en otros productos y subir las expectativas de largo plazo.

En México la inflación ha subido por: 1) efecto de baja base de comparación, 2) reactivación económica, 3) reapertura del sector servicios, 4) cuellos de botella en centros de logística, 5) escasez de productos a nivel internacional y 6) incremento en los precios de los commodities. De estos factores, el efecto matemático de baja base de comparación es el transitorio por excelencia, pues a medida que transcurran los meses se disipará la comparación contra un índice de precios al consumidor del año anterior que hizo cosas extrañas por la pandemia, reflejo de cambios en los patrones de consumo y de ponderaciones que dejaron de ser representativas en ese momento.

La inflación subyacente lleva siete quincenas por encima del nivel de 4.0%. Hasta la primera quincena de junio, de la inflación anual de 6.02% solamente 0.48 puntos porcentuales están explicados por un efecto de baja base de comparación, es decir, se está desvaneciendo dicho efecto y la inflación que se enfrenta se debe a incrementos en precios que podrían perdurar varios meses.

Algunos analistas consideran que los cuellos de botella en centros de logística, la escasez de productos a nivel internacional y el precio de los commodities serán factores transitorios, pues una vez que la pandemia termine se ajustarán nuevamente. Sin embargo, la pandemia no ha terminado y cada vez surgen más variantes que preocupan, a la par que el proceso de vacunación en las grandes economías parece estancarse.

Finalmente, la reactivación económica y la reapertura del sector servicios se espera sigan durante este año, lo cual seguirá presionando a la inflación en México a niveles por encima del 5% y se espera que sea hasta el 2022 que la inflación se ubique nuevamente en niveles por debajo de 4 por ciento.

gsiller@bancobase.com



GABRIELA SILLER es Directora de Análisis Económico de Banco BASE

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

Más artículos del autor

Contenido reciente