Perspectiva del tipo de cambio 2025

Gabriela Siller Pagaza

ENTORNO MACROECONÓMICO
Se espera que continúe el riesgo de alta volatilidad, ¿Qué factores podrían mover al tipo de cambio el próximo año? 
10/12/2024

En el 2024 el tipo de cambio se ha depreciado como consecuencia de la caída sostenida de las posturas especulativas netas a la espera de una apreciación del peso en el mercado de futuros de Chicago. Esto se debe a que cerca del 80% de las operaciones del peso mexicano tienen fines especulativos y no están relacionadas a la economía real. 

La relación entre las variaciones del tipo de cambio y las posturas especulativas en Chicago se fortaleció en 2024. Entre enero y diciembre de este año, la correlación entre ambas variables es de -0.91, lo que significa que, ante una subida de las posturas especulativas netas a favor del peso, el tipo de cambio baja. Es decir, cuando los inversionistas apuestan a favor del peso, este se aprecia. Considerando información semanal a partir de enero, se estima que ante una caída de 1% en las posturas especulativas netas a la espera de una apreciación del peso, se observaría una depreciación media de 0.07%. La relación es similar al considerar como variable explicativa las posturas institucionales, pues ante una caída de 1% en las posiciones netas a favor del peso, se observa una depreciación media del peso de 0.08%. De mayo (cuando el mercado comenzó a especular en contra del peso) hasta diciembre, las posturas institucionales netas a la espera de que el peso se aprecie han caído 103% (pues las posturas netas se han vuelto negativas, es decir en contra del peso), lo que se traduciría en una depreciación del peso de 8.64% en el mismo periodo, de acuerdo con la estimación. En ese periodo, el peso se depreció 12.86%, por lo que se puede decir que cerca del 70% de la depreciación del peso desde mayo, está explicada por la destrucción de posturas netas en espera de que el peso se aprecie. 

Con esto, en 2024, el tipo de cambio se movió en función de las apuestas a favor y en contra del peso mexicano y estas, a su vez, estuvieron determinadas por: 1) los procesos electorales en México y Estados Unidos, 2) la expectativa de recortes de la tasa de interés en México y Estados Unidos, así como la expectativa de incrementos en la tasa de interés en Japón, 3) la aversión al riesgo global por conflictos geopolíticos y desaceleración económica en China y 4) la aversión al riesgo por factores particulares de México. 

Para el 2025 continúa el riesgo de alta volatilidad y se espera que los factores que muevan al tipo de cambio sean: 

1. La relación comercial con Estados Unidos. Si Trump cumple su amenaza de imposición de aranceles y/o la revisión del T-MEC es tratada como una renegociación, las posturas netas a favor del peso disminuirían lo que resultaría en depreciación del peso. Por el contrario, si hay señales de una mayor integración comercial, las apuestas a favor del peso subirían y este se apreciaría. 

2. El diferencial de tasas de interés de México con Estados Unidos y con Japón. Para 2025, en México se tiene una expectativa de crecimiento de 0.8% y de inflación al cierre de 4.1% anual, con lo que se espera que Banxico recorte su tasa en 175 puntos base (incluyendo un recorte de 25 puntos base en diciembre del 2024), para ubicarla en 8.50% al final del 2025. En Estados Unidos, se tiene una expectativa de crecimiento de 1.9% y de inflación al cierre de 2.4%, con lo que se espera que la Fed recorte su tasa en 125 puntos base (incluyendo un recorte de 25 puntos base en diciembre del 2024), para dejarla en 3.50% en diciembre del 2025 (rango superior). Así, el diferencial de tasas de interés al cierre del 2025 se ubicaría en 500 puntos base, contribuyendo a la estabilidad del tipo de cambio en el año.  
 
Respecto al Banco de Japón, se espera que en 2025 suba la tasa de interés en 50 puntos base a 0.75% (desde 0.25% al cierre del 2024), por lo que el diferencial de tasas disminuiría el próximo año de 975 a 775 puntos base. Al disminuir el diferencial de tasas entre México y Japón, disminuye el incentivo para hacer carry-trade, pidiendo prestado en Japón e invirtiendo en México. Con esto, disminuirían las apuestas a favor del peso, con lo que el tipo de cambio subiría, aunque de manera limitada pues el diferencial de tasas de interés entre México y Japón seguiría siendo amplio.  
 
3. Aversión al riesgo global por conflictos políticos, desaceleración económica en China y por el presupuesto y deuda de Estados Unidos. El 20 de diciembre expira el acceso a recursos del gobierno de Estados Unidos para continuar operaciones, por lo que el Congreso de ese país deberá aprobar una resolución de continuidad que evite un cierre parcial del gobierno. Además, el 2 de enero se restablecerá el techo de la deuda. Es muy poco probable que Estados Unidos caiga en moratoria, pero un cierre parcial del gobierno es posible. Esto causaría presión al alza sobre el tipo de cambio en México, ya que el cierre parcial del gobierno de Estados Unidos implicaría un menor crecimiento económico para Estados Unidos, lo que podría verse reflejado en el crecimiento de las exportaciones y remesas de México. 
 
Por otro lado, el escalamiento en los conflictos geopolíticos y la desaceleración económica de China propiciarían miedo, causando cambios en los portafolios de inversión que optarían por activos refugio, dejando de lado activos que se consideran riesgosos, como el peso. 
 
4. Aversión al riesgo sobre México por 1) la posibilidad de nuevas controversias comerciales y una mayor probabilidad de que la controversia en materia energética sea llevada a fase de panel, 2) las elecciones del Poder Judicial programadas para el 1 de junio y 3) la posibilidad de recortes de la calificación crediticia, que podrían afectar la especulación a favor del peso y generar presiones al alza para el tipo de cambio. 
 
PARA 2025 SE ESPERAN TRES ESCENARIOS DEL TIPO DE CAMBIO 

Bajo un escenario central, el tipo de cambio podría ubicarse en promedio en 19.50 pesos por dólar, lo que implica una disminución hacia 19.25 pesos por dólar, asumiendo que Donald Trump no cumple ninguna de sus amenazas y no se genera mayor aversión al riesgo sobre la economía mexicana ni en el mundo. Se mantiene el amplio diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos, permitiendo la estabilidad del tipo de cambio. Asimismo, el Banco de Japón sube la tasa de interés en línea con lo esperado, pero se mantiene un amplio diferencial de tasas de interés entre México y Japón. Tampoco se dan recortes en la calificación crediticia de la deuda soberana y no ocurre un cierre parcial (o dura poco) en el gobierno de Estados Unidos. Con esto, las apuestas netas a favor del peso mexicano vuelven a incrementarse, con lo que el tipo de cambio disminuye hacia el nivel considerado de equilibrio. 

Bajo un escenario adverso, el tipo de cambio podría ubicarse en promedio en 21.00 pesos por dólar, alcanzando niveles de 23.00 pesos por dólar si Donald Trump cumple alguna de sus amenazas en contra de México, como estrategia para que México frene los flujos migratorios y el tráfico de sustancias ilícitas. El escenario asume que 1) inicia un programa de deportaciones, afectando las remesas que llegan a México, 2) se impone arancel a productos específicos clave o se limita de alguna manera la llegada de productos mexicanos a Estados Unidos y/o 3) sigue la retórica de renegociar el T-MEC, en lugar de hacer la revisión programada. En este escenario se daría un debilitamiento de la actividad económica, por lo que el Banco de México podría hacer recortes adicionales de la tasa de interés, reduciendo el diferencial de tasas con Estados Unidos y propiciando el incremento de la especulación en contra del peso mexicano. 

Bajo un escenario optimista, el tipo de cambio podría promediar cerca de 18.70 pesos por dólar y bajar hacia 18.50 pesos. Este escenario se daría si hay mayor colaboración entre México y Estados Unidos, dejando de lado la narrativa de renegociación del T-MEC y la posibilidad de imposición de aranceles y de deportaciones masivas de mexicanos que viven en Estados Unidos. Bajo este escenario México ganaría más participación de mercado en las importaciones de Estados Unidos y se aumentaría (o al menos la expectativa) de crecimiento de la inversión extranjera directa. 

gsiller@bancobase.com



GABRIELA SILLER PAGAZA es Directora de Análisis Económico de Banco BASE y profesora de economía en el Tec de Monterrey. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de Mobilnews.mx.

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

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