El mundo depende más que nunca del gas natural para calentar los hogares y abastecer de energía eléctrica a las industrias y hogares, mientras que hay un esfuerzo por abandonar el uso de carbón y aumentar el uso de fuentes de energía más limpias. Sin embargo, no hay suficiente gas natural para la recuperación económica pos-pandémica y reponer las reservas agotadas antes de los meses de frío. El escenario energético global hace que los consumidores de gas natural, sobre todo en Europa y Asia, se preparen para competir por los envíos de gas natural licuado de Qatar y Estados Unidos, lo que continuará presionando al alza los precios de los energéticos. Las expectativas son sombrías. En Qatar, el ministro de energía, Saad Al-Kaabi, advirtió que la demanda es tan grande que no podrán atender a todos sus clientes.
Las interrupciones en el uso de energía nuclear, la escasez mundial de gas natural, los cuellos de botella y la reducción en la velocidad de los vientos ha impulsado la crisis energética, que tiene ya un impacto negativo sobre la actividad económica del mundo y amenaza con ser uno de los principales riesgos de la economía global en el 2022.
EUROPA
El precio del gas natural en el ICE Futures Europe Commodities, ha subido 314.56% en 2021 y 455.90% en los últimos 12 meses. El precio alcanzó un nuevo máximo histórico de 407.82 libras por therm el 6 de octubre de este año. Por su parte, el contrato con nombre TTF de gas natural en el ICE Endex Dutch ha subido 388.68% durante el 2021 y 527.40% en los últimos 12 meses, alcanzando un nuevo máximo histórico de 162.125 euros por milivatio-hora el 6 de octubre de este año.
Los inventarios de gas natural en la región se encuentran en 854.14 Teravatio-hora, 14.82% por debajo del promedio de 5 años, a semanas de iniciar la temporada de inverno, donde el uso de calefacción se incrementa. Típicamente, hacia el cierre del verano en Europa los inventarios de gas natural suelen reponerse para el invierno. Sin embargo, las temperaturas en Rusia ya han comenzado a disminuir, lo que ha limitado el suministro de gas. Cabe recordar que el año pasado fue un invierno inusualmente frio, lo que llevó a los almacenes globales a tener los niveles más bajos en más de una década. Por si fuera poco, es posible que Rusia haya disminuido sus envíos de gas, como estrategia política para presionar a Europa y acelerar el inicio de operaciones del gasoducto Nord Stream 2.
En Noruega los flujos de gas también han sido inferiores a la media, sobre todo en el periodo en donde se llevaron a cabo trabajos de mantenimiento en sus campos y estaciones de procesamiento. A lo anterior se le agrega que la producción del Mar del Norte y de los Países Bajos se ha reducido, mientras que la producción estadounidense fue afectada por las tormentas tropicales.
Una menor oferta presiona el precio al alza y por si sola causaría una crisis. Para el caso del gas, las presiones no solo provienen de la oferta, sino también por una mayor demanda, ante la revolución industrial verde con políticas que favorecen el medio ambiente limitando el uso de carbón.
Cabe mencionar que el Reino Unido también está teniendo problemas con el abastecimiento de gasolina. Sin embargo, no significa que haya escasez de este energético en el país, ya que los problemas se deben a la falta de operadores calificados que lo transporten, algo que ha afectado a varias industrias del Reino Unido.
Es poco probable que el mercado del gas se recupere antes de noviembre, cuando Rusia termine de llenar sus propios almacenes. Mientras tanto, Europa y Asia continúan en competencia para acaparar los cargamentos de gas natural licuado. Asimismo, la falta de gas natural para la producción de electricidad ha llevado a que Europa busque cualquier medio para la generación, llevando al precio del carbón en ICE Futures 146.38% en lo que va del año y en 191.10% en los últimos 12 meses. El precio del carbón de Rotterdam tocó un máximo histórico de 286.05 dólares por tonelada métrica, el 5 de octubre de este año.
Europa se comprometió a emitir menos carbono, para lo cual se encuentra recreando sus sistemas de generación y distribución de energía. Como el gas se utiliza también para la generación de energía eléctrica, la escasez de gas provoca una crisis a lo largo de los energéticos.
El problema de este sector energético se agravó, sobre todo para el caso del Reino Unido, luego de que se registró un incendio en una estación convertidora de electricidad que proviene de Francia, lo que interrumpió un cable eléctrico submarino. De acuerdo con el gestor de la red eléctrica del Reino Unido el servicio permanecerá parcialmente desconectado hasta marzo.
CHINA
La escasez de energía se ha extendido desde las fábricas hasta los hogares, lo que aumentan los riesgos a la baja para el crecimiento económico. Al igual que en Europa, en el gigante asiático también existe escasez en los suministros del gas natural y no ha podido abastecer sus reservas, a pesar de que las importaciones son casi el doble que el año pasado, mientras que está pagando precios récord con el fin de asegurar el suministro.
Cabe mencionar que la crisis energética en China, también se debe en parte a su propia agenda medioambiental y el objetivo del gobierno de Xi Jinping de descarbonizar la economía y llegar a la "neutralidad de carbono" en 2060. A diferencia de otros países, los productores de carbón representan más del 70% de la generación de electricidad. Si bien, la producción de carbón de China creció un 6% en los ocho primeros meses de este año, no ha sido suficiente para satisfacer la demanda, ya que cualquier mina nueva o reabierta debe cumplir normas medioambientales y de seguridad laboral más estrictas. Mientras tanto, algunas instituciones financieras han dejado de financiar este negocio desde que se fijó como objetivo reducir la cuota de carbón en la producción de energía.
Por si fuera poco, las importaciones de carbón se ha reducido también ante una disputa política con Australia, por lo que China dejó de comprar desde el año pasado carbón de grado Newcastle. Además, los estrictos controles fronterizos de China para evitar la propagación de Covid-19 llevó a una reducción en las importaciones de carbón de Mongolia.
Cabe mencionar que la producción de energía de los generadores de carbón aumentó 14% en los primeros 8 meses del año, lo que provocó un descenso de los inventarios de carbón. Por lo anterior, el precio del carbón en el ZCE Zhengzhou Commodities Exchange ha aumentado en 165.65% en lo que va del año y en 206.57% en los últimos 12 meses. El precio del carbón tocó un máximo histórico de 1,982 yuanes por tonelada métrica, el 19 de octubre de este año.
Si bien, el racionamiento de energía eléctrica es normal en China en esta época del año, especialmente en las fábricas, la crisis energética ya ha alcanzado a los hogares, llevando al racionamiento de los servicios residenciales y públicos. Hay que mencionar que al igual que en Europa, China está teniendo problemas con algunas fuentes de energías renovables, como la eólica y la hidráulica. De hecho, las lluvias tardías redujeron la generación de energía hidroeléctrica en las provincias del sur de China.
La crisis energética de China aumenta los riesgos de inestabilidad social, desaceleración económica e interrupciones en las cadenas de suministro mundial. La escasez de energía puede obligar a las empresas a incrementar los precios de los productos para los consumidores chinos e incrementaría las presiones inflacionarias.
ESTADOS UNIDOS
El precio del gas natural en el New York Mercantile Exchange, ha repuntado en 103.35% durante el 2021 y ha incrementado en 77.10% en los últimos 12 meses y ha alcanzado un nuevo máximo de 6.466 dólares por millones de BTU, el 6 de octubre, no visto desde febrero del 2014. El aumento en el precio del gas natural en Estados Unidos se da en respuesta al aumento en la demanda proveniente de Europa y Asia.
Si bien, existe el nerviosismo de que el problema europeo se pueda trasladar a Estados Unidos, todo pareciera indicar que el mercado estadounidense será resiliente. Cabe destacar que los inventarios de gas natural en Estados Unidos están alrededor del 7% por debajo de su media estacional de cinco años, cerca del 84%. No obstante, se espera que a mediados de noviembre suban al 90%. El mercado teme un contagio, ya que la producción de gas natural en ese país se encuentra en niveles inferiores a la producción del 2019 cuando se ubicó en 3,234.74 mil millones de pies cúbicos, aunque está muy por encima del promedio móvil de 5 años. Hay que mencionar que, la producción no ha aumentado de manera acelerada este 2021, ya que los productores se están beneficiando de los altos precios y reduciendo las deudas acumuladas durante la pandemia.
Asimismo, aunque los exportadores estadounidenses están preparados para enviar más Gas Natural Licuado al resto del mundo, es probable que no tengan una mayor capacidad para hacerlo. Lo anterior es debido a que la producción del 2021 se encuentra por debajo de la del 2019, debido a que más de 200 productores de petróleo y gas natural en Estados Unidos quebraron, entre ellos Cheseapeake, Whiting Petroleum y Extraction Oil & Gas. Hay que mencionar que, ante la falta de inversión durante la pandemia, las industrias del gas natural estadounidense no tienen la capacidad de aumentar las exportaciones.
EL IMPACTO EN LOS PRECIOS DEL PETRÓLEO Y SUS DERIVADOS
El precio del petróleo también está siendo afectado por la crisis energética mundial, ya que la escasez de gas natural podría aumentar la demanda de diésel y productos petroquímicos como sustituto para mantener la calefacción en los hogares ante la llegada del invierno. El precio del petróleo ha estado presionado al alza durante todo el año ante la mejor expectativa entorno a la demanda por la reapertura económica y la reducción en la oferta causada por el acuerdo histórico de la OPEP y sus aliados (OPEP+). Hay que recordar que, los cierres económicos causados por la pandemia redujeron la demanda lo que llevó que la OPEP+ decidir reducir su producción en alrededor de 10 millones de barriles diarios, luego de que el petróleo cotizara en números negativos.
Ante esto, se espera que los precios del petróleo sigan subiendo, aumentando las presiones inflacionarias. Cabe mencionar que, los miembros de la OPEP+ mantuvieron sus incrementos en la producción petrolera, aunque, se dice que han puesto de manifiesto la posibilidad de que la crisis del gas natural dispare la demanda del petróleo. De acuerdo con la OPEP, el consumo mundial de petróleo podría aumentar en 370 mil barriles diarios más, si el precio del gas natural se mantiene alto.
De hecho, todo pareciera indicar que ya pudiera haber un impacto en los derivados del petróleo. En el caso de Estados Unidos, la demanda implícita por diésel se ha incrementado, llevando a la media móvil de cuatros semanas a aumentar a 4.14 millones de barriles diarios, siendo este su nivel más alto para esta época del año desde 2018. Por su parte, los inventarios se encuentran en 125.39 m bbl, 8.75 % por debajo del promedio móvil de 5 años. Asimismo, las reservas de propano se encuentran en 73.62 m bbl, 17.72% por debajo de su promedio móvil de 5 años. En Estados Unidos este producto se utiliza para la calefacción y la producción petroquímica.
Esto se traducirá en mayores costos de calefacción, lo que se verá reflejado en los precios al consumidor durante los meses de invierno. Los agricultores también compran el combustible para secar sus cultivos al final de la temporada de cosecha.
La crisis energética podría llevar a que el precio del WTI se eleve hasta los 90 dólares por barril, hacia el cierre del año, mientras que el precio del Brent podría incrementar a 95 dólares por barril. Finalmente, la mezcla mexicana podría aumentar a 85 dólares por barril. Cabe destacar que, estos precios son bajo condiciones de climáticas normales. Sin embargo, si se observa un clima extremadamente frio como el que se observó el invierno pasado, el precio del WTI, podría alcanzar los 100 dólares por barril, mientras que el precio del brent podía llegar a cotizar cerca de los 105 dólares por barril y la mezcla mexicana en 95 dólares. Para que el WTI toque un promedio de 90 dólares por barril, durante el cuarto trimestre del año, el precio debe cotizar en 100 dólares por barril durante todo un mes.
Otros commoditities del sector energético que podrían aumentar son la gasolina, los destilados, el combustible para calefacción y el etanol.
EL IMPACTO EN LOS PRECIOS DE LOS METALES INDUSTRIALES
La perspectiva de una aceleración de los costos de la energía, junto con las restricciones en las cadenas de suministro tienen el potencial para causar volatilidad en los precios de estos metales industriales. La escasez de energía en China de hecho es un arma de doble filo para este sector.
Por un lado, la escasez de electricidad ya ha provocado pérdidas de suministro en fundiciones de metales industriales como el acero y aluminio, lo que limita la oferta global. Mientras que, por otro lado, afecta a los consumidores de productos semielaborados y a las familias, lo que limita la demanda. De hecho, debido a la creciente escasez de energía se ha detenido la producción en numerosas fábricas, incluidas las que suministran a Apple y Tesla y en varias provincias del norte de China ya se han observado apagones.
Para el caso del aluminio, las restricciones energéticas han tenido hasta ahora, un mayor impacto en la oferta, lo que ha contribuido a impulsar el precio del metal para alcanzar un máximo de 3,229 dólares por tonelada métrica no visto desde el 16 de julio del 2008.
Debido a la revolución industrial verde se espera que, en el largo plazo y a pesar de las presiones a la baja que algunos de los metales industriales puedan observar por la crisis energética, se espera que la demanda por estos metales sea robusta. Para el caso del acero y el aluminio es probable que el mercado se mantenga sumamente estrecho, con una oferta reducida, pues China intenta llegar a la "neutralidad de carbono" en 2060, lo que implica reducir la producción de ambos commodities, debido a que su producción es sumamente contaminante.
EL IMPACTO EN LOS PRECIOS DE LOS AGRÍCOLAS
El incremento en los precios de los energéticos también podrá impactar el sector agrícola, incrementando los precios de estos commodities. Cabe destacar que los productores de fertilizantes en Europa ya han comenzado a reducir su producción, lo que aumenta el precio de algunos de los nutrientes sintéticos y amenazará con aumentar los costos para los agricultores el próximo año, lo que podría contribuir incrementos en los precios de los alimentos a nivel mundial.
En el Reino Unido, CF Industries Holdings Inc, uno de los principales productores de fertilizantes, cerró dos plantas, y en Noruega, el fabricante de amoníaco Yara International ASA ya frenó su producción. Mientras tanto, el gobierno de China señaló su preocupación debido a que la seguridad alimentaria puede verse afectada.
Se espera que a medida que los precios de los fertilizantes sigan incrementando, los agricultores reducirán las tasas de aplicación o recortarán por completo el uso de los fertilizantes con la esperanza de que los precios sean más bajos. Se teme que el grano más afectado por la ausencia de fertilizante sea el maíz, ya que el fertilizante representa el 20% de los costos. Esto puede causar que los agricultores siembren cultivos más baratos como la soya o las lentejas.
La reducción de las cosechas de maíz podría llevar a que los costos de producción de otros alimentos aumenten como los productores de leche y animales como la vaca y de pollo. Asimismo, el jarabe de maíz, es uno de los principales ingredientes de los refrescos y jugos.
Por su parte, en China, la crisis energética ha obligado a los procesadores de soya de las regiones del norte a cerrar. Lo anterior podría retrasar las compras de soya y reducir la demanda por el grano estadounidense. Cabe destacar que las medidas de China también pueden reducir las tasas de operación de los procesadores de maíz. Ante esto, no se descarta volatilidad en el precio de los granos.
¿QUÉ SE ESPERA HACIA ADELANTE?
Los precios en los energéticos muy probablemente continuarán al alza, al menos hasta la llegada de la primavera del 2022 cuando la demanda por gas natural, en el hemisferio norte, se reduzca. Pero la disminución no será pronunciada, pues existe el riesgo de escasez de gas natural y carbón, que podría extenderse hasta el invierno del 2022.
Lo anterior implica que, el precio seguirá al alza hasta el primer trimestre y aunque es probable que se ajuste a la baja, no regresará a los niveles previos a la pandemia.
En este contexto, se estima que el precio del gas natural estará en promedio un dólar por encima de los precios pre pandemia, que fluctuaban entre 4 y 5 dólares por millones de BTU.