Se帽ores de la guerra

La relatora especial de Naciones Unidas para los derechos humanos en los territorios ocupados de Palestina, ha publicado un informe descarnado.
17/07/2025

Las lecciones que se cuecen fuera nos llegan hasta la cocina de nuestro reducido planeta cotidiano. Por m谩s lejanas que parezcan. Bast贸 que un amplio mundo desconocido fuera exhibido para que sus mejores voceros de la indignaci贸n teatralizada sacaran a relucir acusaciones, sentencias, prohibiciones. Despechados por los argumentos respondieron con la l贸gica del cazador herido: agitar irascibles, dar patadas de desprecio. Tocados en el bolsillo, pretendieron levantar la Inquisici贸n como castigo.

La italiana Francesca Albanese ha puesto los puntos sobre las 铆es, o mejor dicho, sobre cada flanco d茅bil de todo el entramado de intereses econ贸micos y empresariales detr谩s de los cr铆menes israel铆es contra la poblaci贸n palestina, como nadie lo hab铆a hecho. Tuvo que ser esta mujer quien lo hiciera, como para que el pataleo fuera m谩s obsceno y desenfrenado. Apoyo de un 鈥渁ntisemitismo descarado鈥 y del 鈥渢errorismo鈥, manifestante de un  鈥渁bierto desprecio por Estados Unidos, Israel y Occidente鈥, la ha se帽alado el gobierno de Donald Trump, en su papel de sheriff global. Le prohibi贸 ingresar al pa铆s, la despoj贸 de su visa y bloque贸 los bienes o activos bancarios que pudiera tener.

驴Por qu茅 tanta sa帽a propia de un enemigo? La relatora especial de Naciones Unidas para los derechos humanos en los territorios ocupados de Palestina, ha publicado un informe descarnado desde el t铆tulo mismo: 鈥淒e la econom铆a de ocupaci贸n a la econom铆a de genocidio鈥. All铆 鈥渋nvestiga la maquinaria empresarial que sostiene el proyecto colonial israel铆 de desplazamiento y sustituci贸n de los palestinos en los territorios ocupados鈥, adelanta en su introducci贸n. Una "empresa criminal conjunta", entre Estado y empresas, propia de un 鈥渃apitalismo racial鈥 que 鈥渋mpulsa, abastece y posibilita este genocidio鈥.

Israel 鈥渃omete cr铆menes como respira鈥, ha graficado esta abogada y acad茅mica. Por el bien, incluso de los israel铆es, 鈥渉ay que pararlo鈥, dice. Las empresas extranjeras que alimentan la econom铆a de ese pa铆s lo hacen a su modo, como prueba el informe. As铆, la agroindustria abastece de servicio a los colonos que ocupan tierras 鈥攃ita a la empresa mexicana Orbia, y su subsidiaria Netafim, l铆der mundial en tecnolog铆a de riego por goteo. Plataformas de turismo en l铆nea normalizan la ilegalidad con visitas a las colonias, supermercados aprovisionan con sus productos, gigantes de la construcci贸n 鈥擧yundai, Volvo o Caterpillar Inc鈥 son decisivos para arrasar las propiedades en Gaza e impedir el retorno de los palestinos. Conglomerados extractivos y mineros 鈥攁lgunos colombianos鈥 proporcionan la infraestructura militar y energ茅tica israel铆, y por supuesto, los fabricantes de armas donde los estadounidenses son su principal sost茅n, que aportan con tecnolog铆a de punta a desbastar a una poblaci贸n civil indefensa 鈥搚a rondan los 60 mil muertos en 21 meses, tras el ataque terrorista de Hamas.

El entramado denunciado por Albanese incluye los 鈥渇acilitadores鈥, es decir bancos y fondos de inversiones que financian la guerra -obtuvieron ganancias en la bolsa de Tel Aviv de 157,900 millones de d贸lares-, organizaciones ben茅ficas confesionales y hasta universidades prestigiosas como el Instituto de Tecnolog铆a de Massachusetts (MIT) o el TUM de Munich, colaboradores de las empresas de defensa o tecnol贸gicas en el desarrollo de sistemas de control, seguimiento, represi贸n y destrucci贸n de la vida civil palestina. All铆 participan Microsoft, IBM, Palantir, Amazon y Google, aportando sistemas de vigilancia y reconocimiento biom茅trico. Europa hace los suyo financiando programas de instituciones israel铆es, 鈥渋ncluidas las c贸mplices de apartheid y genocidio鈥.

鈥淐on asombrosa facilidad creamos los mecanismos necesarios para distanciarnos del sufrimiento ajeno鈥, dice el ensayista israel铆 David Grossman. Pero eso no quita los compromisos legales. 鈥淐ualquier decisi贸n de seguir participando en la econom铆a de Israel se toma, por tanto, con conocimiento de los cr铆menes que pueden estar teniendo lugar鈥, advierte la relatora de la ONU. Nos va bien ser parte 鈥渄e una multitud sin rostro ni identidad, aparentemente libre de responsabilidades y absuelta de culpa鈥, se帽ala Grossman. Aunque no ser谩 para siempre. Otros se帽ores de la guerra se mueven entre bambalinas. Al desmontarlos, la oscuridad deja ver d贸nde se esconde la mano. Francesca Albanese lo hace.

dariomfritz@gmail.com



DAR脥O MARIO FRITZ es periodista especializado en elaboraci贸n, edici贸n y gesti贸n de contenidos en medios de comunicaci贸n. Premio Planeta de Periodismo 2005 por la coautor铆a del libro Con la muerte del bolsillo. Seis historias desaforadas del narcotr谩fico en M茅xico, y Premio Nacional de Periodismo por un reportaje de investigaci贸n. Coautor de El libro rojo en el FCE. Editor de la revista BiCentenario.

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