Rebote, no rebrote

La percepci贸n de amenaza por el COVID-19 s铆 contribuy贸 a jalar la aprobaci贸n de L贸pez Obrador hacia arriba, pero el efecto luce modesto, aunque en l铆nea con lo que se ha visto en otros pa铆ses.
08/05/2020

El rebote en la popularidad del presidente L贸pez Obrador en las encuestas se ha atribuido, en parte, a un efecto rally, el cual significa que la poblaci贸n tiende a apoyar m谩s a sus l铆deres ante situaciones de crisis o amenazas, como es el caso de la pandemia.

Si bien se trata de una explicaci贸n como de libro de texto de opini贸n p煤blica, no deja de ser una hip贸tesis sujeta a revisi贸n. Lo que veo en los datos de las encuestas de El Financiero es que s铆 hay algo de ello, pero es realmente modesto como para dejar el rebote en la popularidad exclusivamente como un efecto tipo rally.

Para verificarlo, mir茅 los niveles de aprobaci贸n al Presidente seg煤n el grado de preocupaci贸n de los encuestados por el coronavirus. Lo que esperar铆a es que, de haber un efecto rally, el apoyo al mandatario deber铆a subir m谩s notablemente entre los mexicanos m谩s preocupados por el virus, quienes perciben m谩s amenazante a la pandemia.

Efectivamente, s铆 se observa un poco de eso: de marzo a abril, el rebote en la popularidad fue de 8 puntos entre los mexicanos muy preocupados por el virus, pero no se movi贸 nada entre los poco o nada preocupados. En otras palabras, la percepci贸n de amenaza s铆 contribuy贸 a jalar la aprobaci贸n hacia arriba, pero el efecto luce modesto, aunque en l铆nea con lo que se ha visto en otros pa铆ses. Nada que ver con aquellos 40 puntos o m谩s que subi贸 George W. Bush tras los ataques del 9/11, uno de los ejemplos de texto de efecto rally.

Tambi茅n hay que decir que la aprobaci贸n a AMLO solamente regres贸 a sus niveles previos a las ca铆das que tuvo en febrero y marzo. Por eso, creo que llamarle 'rebote' es adecuado; el Presidente no sobrepas贸 sus niveles de popularidad previos, como dar铆a a entender la noci贸n del efecto rally.

La encuesta de abril lo sit煤a en los mismos niveles de popularidad que se observaron desde abril de 2019 hasta enero de este a帽o, 11 meses en que la popularidad tuvo fluctuaciones menores en una estrecha franja de 66 a 72 por ciento, dentro de los m谩rgenes de error convencionales de las encuestas, es decir, sin cambio real.

El 煤ltimo rebote de 8 puntos no es un repunte espectacular, quiz谩 no sea un efecto rally en toda la extensi贸n de la palabra. Es eso, un rebote; la popularidad volvi贸 a su nivel anterior, nada m谩s. Por supuesto que es positivo para el Presidente y su gobierno, pero, hablando en t茅rminos de futbol americano, solamente regres贸 a la l铆nea de golpeo luego de haber retrocedido algunas yardas en la jugada anterior. No se avanz贸 m谩s all谩. Y lo que ayud贸 un poco es que en abril hubo m谩s personas muy preocupadas por el coronavirus que en los meses anteriores, lo cual podr铆a cambiar en las siguientes semanas.

Es importante analizar las causas del rebote en la popularidad presidencial, pero tambi茅n sus posibles efectos. El presidente L贸pez Obrador cambi贸 su actitud inicial ante la epidemia en momentos en que su apoyo ciudadano hab铆a bajado. Al principio dio se帽ales de que el coronavirus no era tan peligroso; pero corrigi贸, dej贸 de hacer eventos p煤blicos masivos y se sum贸 al mensaje de confinamiento. Quiz谩s eso ayudo tambi茅n a recuperar yardas.

Ahora que ha recuperado apoyo, el Presidente no debe olvidar que sus mensajes en torno a la pandemia pueden tener un gran impacto en la conducta de la gente. El doctor L贸pez-Gatell ha sido una voz cantante, pero su mensaje de que ya se aplan贸 la curva de contagios es un tecnicismo que no se ha terminado de entender y que puede dar la se帽al de que ya estamos saliendo del problema. Si no es el caso, ser谩 fundamental que el Presidente mantenga una actitud de emergencia. Lo que 茅l diga, haga o deje de hacer puede ser la diferencia entre seguir firmes hacia una pronta salida o dirigirnos hacia un rebrote. Actualmente la cuesti贸n ya no es si debemos confinarnos o no, sino si ya podemos reabrir o no. El capital pol铆tico del Presidente ante esta situaci贸n puede ser el factor de convencimiento a los mexicanos ante el nuevo dilema: seguir pagando los costos del distanciamiento un poco m谩s o ya relajarnos y enfrentar el riesgo del rebrote. Estaremos pendientes de las se帽ales.

amoreno@elfinanciero.com.mx



ALEJANDRO MORENO es profesor del Departamento de Ciencia Pol铆tica del ITAM y vicepresidente de la World Values Survey Association. Actualmente es Consultor/Director de Encuestas y Estudios de Opini贸n de El Financiero.

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

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