El voto femenino

En la elecci贸n de la primera presidenta de M茅xico, el voto femenino se manifest贸 de diversas maneras, aunque no puede decirse que haya habido una brecha de g茅nero importante.
21/06/2024

Las elecciones presidenciales de 2024 fueron hist贸ricas en varios respectos, y uno de ellos es el hecho de que se eligi贸 a la primera mujer para asumir la Presidencia de la Rep煤blica, en un escenario con dos candidatas principales.

驴Qu茅 papel jug贸 el voto femenino en esta hist贸rica elecci贸n? 驴C贸mo votaron las mujeres?

La encuesta de salida a nivel nacional que realiz贸 EL FINANCIERO a 5 mil 228 votantes el pasado 2 de junio dej贸 registro de ello.

Lo primero y m谩s general de todo es que el voto femenino represent贸 52 por ciento del total de la votaci贸n emitida, seg煤n el exit poll, pr谩cticamente reflejando la proporci贸n de mujeres en la lista nominal de electores, ni m谩s ni menos.

Un segundo punto es que la diferencia en voto entre hombres y mujeres fue m铆nima: Claudia Sheinbaum obtuvo 62 por ciento de la votaci贸n entre hombres y 59 por ciento entre mujeres, mientras que X贸chitl G谩lvez obtuvo 28 y 30 por ciento entre esos segmentos, respectivamente.

En otras palabras, la candidata de oposici贸n tuvo un ligeramente mayor apoyo entre las mujeres, pero no hubo una brecha significativa de g茅nero.

Como tercer punto, el apoyo femenino tanto a Claudia Sheinbaum como a X贸chitl G谩lvez fue mayor entre las mujeres de 50 a帽os o m谩s, registrando 64 y 32 por ciento de la votaci贸n, respectivamente.

En contraste, las candidatas presidenciales tuvieron un apoyo menos acentuado entre las mujeres menores de 30 a帽os, que les dieron 54 y 25 por ciento de los votos. El voto femenino joven fue el que menos favoreci贸 a las candidatas principales.

Ese segmento de mujeres j贸venes le dio 21 por ciento de apoyo al candidato de MC, comparado con 4 por ciento entre las mayores de 50 a帽os. Las candidatas no lograron atraer a una quinta parte de mujeres menores de 30 a帽os.

Un punto adicional se observa en el nivel de escolaridad: en general, a X贸chitl G谩lvez le fue mejor entre los segmentos de votantes con mayor escolaridad, y su segmento m谩s fuerte de apoyo fueron las mujeres con estudios universitarios, entre quienes registr贸 42 por ciento del voto, apenas 3 puntos por debajo del 45 por ciento de Claudia Sheinbaum en ese mismo segmento.

La mayor brecha entre las dos candidatas se dio entre hombres de escolaridad b谩sica, quienes les dieron 72 y 21 por ciento de los votos del 2 de junio, respectivamente.

Regionalmente, la encuesta registr贸 diferencias notables: el segmento femenino m谩s favorable para X贸chitl G谩lvez fueron las mujeres de la regi贸n centro-occidente del pa铆s, entre quienes obtuvo 43 por ciento del voto, un punto abajo de Sheinbaum. En contraste, el segmento menos favorable para la candidata de oposici贸n fueron las mujeres en la regi贸n sur del pa铆s, alcanzando 煤nicamente 17 por ciento, frente al 73 por ciento de Claudia Sheinbaum.

En la elecci贸n de la primera presidenta de M茅xico, el voto femenino se manifest贸 de diversas maneras, aunque no puede decirse que haya habido una brecha de g茅nero importante.

ENCUESTOCRACIA

El uso de encuestas para justificar o legitimar decisiones pol铆ticas nuevamente se activ贸 en la pol铆tica nacional. Morena y la virtual presidenta electa presentaron los resultados de encuestas sobre la reforma judicial que arrojan datos muy favorables para la propuesta de elegir ministros, magistrados y jueces por medio de elecciones populares. Al mismo tiempo, esas encuestas mostraron un alto nivel de desconocimiento con el tema.

Aunque las encuestas suelen articular y representar muy bien las voces ciudadanas, no debemos perder de vista que el uso pol铆tico de encuestas como esas generalmente presenta una visi贸n, una perspectiva, y pierden su car谩cter de ser balanceadas e imparciales. Las encuestas no pueden dejar de lado la pluralidad de puntos de vista, la diversidad de voces, opiniones y preferencias ciudadanas.

Adem谩s, a las encuestas de decisi贸n pol铆tica se les da un car谩cter casi ejecutivo en temas que, como el de la reforma judicial, requiere de una discusi贸n y una deliberaci贸n p煤blica adecuada.

Una vez m谩s, habr谩 que estar al pendiente del uso pol铆tico de las encuestas y de la activaci贸n de la llamada encuestocracia. Como muchas otras herramientas importantes, las encuestas pueden tener un uso noble, 煤til e informativo, pero tambi茅n pueden estar sujetas al abuso.

amoreno@elfinanciero.com.mx



ALEJANDRO MORENO es profesor del Departamento de Ciencia Pol铆tica del ITAM y vicepresidente de la World Values Survey Association. Actualmente es Consultor/Director de Encuestas y Estudios de Opini贸n de El Financiero.

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

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