El proyecto de la cuarta transformaci贸n ha venido acompa帽ado de un lenguaje propio. En general, se trata de una ret贸rica que busca no solamente incidir en la opini贸n p煤blica, sino procurar una transformaci贸n valorativa m谩s profunda. No sabemos a煤n su grado de 茅xito, pero, a reserva de que tratemos de medirlo con encuestas, sirve ir delineando algunos de los elementos ret贸ricos a los que acude la llamada 4T, as铆 como los dilemas que parecen plantear, ya sea consciente o inconscientemente. Aqu铆 algunas reflexiones.
1. Comencemos por la ret贸rica revisionista de los 500 a帽os de la ca铆da de Tenochtitlan. Parecieran cambios cosm茅ticos, pero renombrar la Noche Triste como Noche Victoriosa, o reemplazar 鈥榗onquista鈥 por 鈥榬esistencia ind铆gena鈥, es una perspectiva completamente diferente a la usual. No es la 鈥榲isi贸n de los vencidos鈥, para citar a Miguel Le贸n Portilla, pero s铆 una visi贸n de los revisionistas.
A pesar del giro positivo, de la consideraci贸n a los pueblos originarios, la opini贸n p煤blica en la Ciudad de M茅xico no recibi贸 los cambios con entusiasmo. Una encuesta de EL FINANCIERO publicada el pasado 13 de agosto mostr贸 una mayor铆a de 54 por ciento en desacuerdo con el cambio al c茅lebre 谩rbol en Tacuba donde dicen que llor贸 Cort茅s. Ese desacuerdo refleja una tendencia natural de las sociedades a apegarse a la tradici贸n. Y las tradiciones suelen ser poco flexibles.
Eso nos lleva a preguntarnos si este tipo de cambios por parte de un gobierno en turno permear谩n o no, y si son el producto de una discusi贸n y deliberaci贸n p煤blica o si reflejan un intento por imponer una perspectiva diferente, pero 鈥榙esde arriba鈥. Aqu铆 algunos dilemas para la ret贸rica de la 4T: 驴respetar tradiciones o cambiarlas? 驴Deliberar y llegar a acuerdos o imponer nuevas perspectivas?
2. Un segundo recurso ret贸rico lo emplea a menudo el ciudadano Presidente. Para diferenciarse de la clase pol铆tica, de los gobiernos anteriores, de la corrupci贸n y de otros vicios, L贸pez Obrador suele decir que 鈥渘o somos iguales鈥. La frase contiene un significado diferenciador por naturaleza, y el ciudadano Presidente lo emplea con jovialidad. No he visto conteos recientes de sus frases favoritas, pero tengo la impresi贸n de que es una de las que m谩s utiliza de su diverso repertorio.
Con la frase 鈥渘o somos iguales鈥 el ciudadano Presidente se busca ubicar a s铆 mismo en un plano de superioridad moral. Pero el problema de esa frase tan pegajosa es que uno de los grandes retos de la democracia mexicana est谩 en inculcar el principio de igualdad entre los ciudadanos, el principio de igualdad pol铆tica. En su reciente libro, Democracy Rules (FSG 2021), Jan-Werner M眉ller nos recuerda lo central que es el principio de igualdad en la democracia. Al repetir constantemente que 鈥渘o somos iguales鈥, el ciudadano Presidente env铆a sin querer a la opini贸n p煤blica un mensaje de desigualdad, un mensaje de superioridad moral, un mensaje de asimetr铆as sociales. La democracia mexicana necesita fortalecer, no debilitar, su noci贸n de igualdad pol铆tica. El mensaje de 鈥渘o somos iguales鈥, sin querer, va en el sentido contrario. El dilema es: 驴igualar o segregar?
3. El tercer y 煤ltimo elemento ret贸rico que pongo a su consideraci贸n es el giro argumentativo en torno a la consulta popular para darle luz verde o luz roja al ciudadano Presidente. Se plante贸 de origen como una consulta de revocaci贸n de mandato, pero ahora el liderazgo de Morena se refiere a 茅sta como la consulta de ratificaci贸n de mandato. El spin o giro argumentativo cambia la intenci贸n original se帽alada en la Constituci贸n (relativa a la p茅rdida de confianza en el gobierno), y atenta contra el prop贸sito de darle a la ciudadan铆a el poder de quitar un gobierno en el cual ha perdido la confianza. En el fondo, hay que decirlo, una revocaci贸n de mandato es una medida de empoderamiento ciudadano. Una ratificaci贸n de mandato es, por el contrario, un empoderamiento del liderazgo. El dilema es muy claro: 驴a qui茅n debe empoderar m谩s nuestra democracia, al liderazgo o a la ciudadan铆a?
Estos tres elementos ret贸ricos son apenas una peque帽a muestra de la pl茅tora de recursos discursivos a los que estamos expuestos hoy en d铆a. Si deseamos ver fortalecida nuestra democracia no s贸lo en sus bases institucionales, sino en los valores, principios y pr谩cticas que la rigen, debemos conversar sobre nuestro lenguaje democr谩tico. Y vaya que hay un largo camino en el lenguaje de la tolerancia, de la libertad, del reconocimiento mutuo, de la inclusi贸n, de la transparencia... Hay ah铆 mucho qu茅 revisar. Queden por el momento estos tres aspectos para ir abonando.
