La ruta que tome la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador en sus últimos dos años de gobierno depende, en gran medida, del apoyo que mantenga, mejore o pierda entre el amplio segmento de mexicanos que no tiene una identidad partidaria, el público apartidista. Asà concluà mi texto anterior en este espacio.
Retomo el punto con la idea de que vale la pena analizar con más detalle a ese segmento mayoritario del electorado nacional, los apartidistas. Se trata de una mayorÃa de alrededor de 54 por ciento de la población adulta en el paÃs, según el promedio de las encuestas de EL FINANCIERO, realizadas de manera mensual entre enero de 2019 y septiembre de 2022.
Las personas apartidistas no sólo representan más de la mitad del electorado nacional, también son poco más del doble de morenistas (en promedio 25%) y el triple de oposicionistas identificados con el PAN, PRI o PRD (en promedio 18%).
La aprobación presidencial refleja fuertemente las orientaciones partidarias de la gente, y la Presidencia de López Obrador no ha sido la excepción; al contrario, ese aspecto se ha intensificado. Los morenistas han expresado una aprobación a AMLO mayor a 90 por ciento: 93 por ciento en 2019, 95 por ciento en 2020, 96 por ciento en 2021 y 93 por ciento en lo que va de 2022.
Los presidentes mexicanos suelen contar con más apoyo entre los seguidores de su partido, eso no es nuevo. Lo que sà destaca es que AMLO tiene más apoyo de morenistas, comparado con lo que Fox y Calderón tuvieron entre panistas, con poco más de 80 por ciento, en su momento. Además, el apoyo partidario a AMLO no ha mostrado fisuras hasta ahora. Por otro lado, el rechazo a Fox y Calderón entre oposicionistas no era tan alto como el que tiene hoy AMLO entre sus opositores, lo cual refleja otra faceta de la polarización polÃtica actual.
Entre oposicionistas, la aprobación al presidente López Obrador ha tenido una trayectoria a la baja: en su primer año, en esos meses de luna de miel con la opinión pública, su apoyo entre oposicionistas fue mayoritario, promediando 53 por ciento.
No obstante, para el segundo año de gobierno, la aprobación presidencial entre oposicionistas se redujo a 34 por ciento; se mantuvo en 35 por ciento en 2021, y bajó hasta 26 por ciento en 2022, siendo el segmento de panistas el que menos apoya hoy a AMLO, con apenas 20 por ciento.
La caÃda de apoyo entre oposicionistas sà ha jalado el Ãndice general de popularidad, y todavÃa queda tela de dónde cortar.
Pero el electorado apartidista es el que definirá principalmente el rumbo de la aprobación a AMLO en el último tercio del sexenio. Si bien ha expresado un apoyo mayoritario hasta ahora, éste ha ido a la baja y se encuentra al filo de mantenerse como mayorÃa o caer por debajo de 50 por ciento.
La aprobación a AMLO entre apartidistas comenzó en 65 por ciento en 2019, y bajó a 57 y 54 por ciento en los dos años siguientes, y ha registrado un promedio de 51 por ciento en lo que va de 2022.
Es probable que un evento informativo, como la difusión del libro El rey del cash, publicado en dÃas recientes, refuerce el sentir de los partidistas: morenistas cerrando filas y descalificando los señalamientos de los crÃticos, y oposicionistas confirmando su rechazo al Presidente y diciendo ‘¿ya ven?’. Lo interesante será ver las reacciones de quienes son apartidistas, el fiel de la balanza.
Aunado a las filtraciones de Guacamaya, podrÃamos decir, sin alusión al tÃtulo del libro, que el Presidente está en jaque. Lo que AMLO mueva para salir de esa situación bien podrÃa fortalecer o debilitar su posición en el tablero polÃtico de la opinión pública, dependiendo de cómo vean los apartidistas la jugada.
Las encuestas nos muestran que el segmento de apartidistas en el paÃs es más joven y más escolarizado que el de partidistas, y también que está fuertemente conectado a las redes sociales. Pero no es un bloque homogéneo. Habrá subgrupos de apartidistas que reaccionen a favor del Presidente en este punto de encrucijada, y otros que le den la espalda. Asà que habrá que estar atentos al balance que resulte en las próximas encuestas.
Del sentir de los apartidistas depende cómo se mueva el respaldo al Presidente y, con ello, muy probablemente el respaldo a su partido en 2024.