
EFE
Washington, 20 Jun.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este viernes que la deportación masiva de migrantes indocumentados que impulsa su Administración solo está dirigida a criminales y que "no quiere causar daños" a los granjeros que contratan a jornaleros extranjeros.
"Tenemos que sacar a los criminales de nuestro paÃs. Estamos pensando en hacer algo para que, en el caso de los agricultores con buena reputación, puedan responsabilizarse de las personas que contratan y dejarles asumir la responsabilidad", dijo a el mandatario a periodistas en Nueva Jersey, a donde viajó para pasar el fin de semana.
Cuestionado acerca de los efectos que podrÃan tener las redadas en el sector agrÃcola, entre los de mayor contratación de migrantes junto al de la construcción, el ocio y la hostelerÃa, Trump insistió en que no quiere "dejar que las granjas quiebren".
"Al mismo tiempo, no queremos perjudicar a quienes no son criminales. (...) Ha habido gente que ha trabajado en granjas durante 20 años. Es muy difÃcil ir allà y decir: 'Ya sabes, te vas', pero vamos a dejar que los agricultores asuman la responsabilidad", advirtió el presidente estadounidense.
Desde su regreso al poder, en enero pasado, el republicano ha endurecido su polÃtica migratoria y miembros de su Gobierno han adelantado redadas masivas, detenciones en retenes de inmigración y deportaciones de indocumentados.
Sin embargo, la semana pasada Trump reconoció que su "muy agresiva" polÃtica migratoria está afectando a los sectores de la agricultura, la hostelerÃa y el ocio, y anunció que habrÃa "cambios", sin ofrecer más detalles.
Los empleados en estos sectores son en su mayorÃa migrantes en situación irregular, que en muchas ocasiones han optado por esconderse, dejar de ir a trabajar y hacer su vida normal por miedo a ser detenidos y deportados en las operaciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Tras evidenciar los efectos en mención, la Administración federal pausó brevemente las redadas migratorias en granjas agrÃcolas, hoteles y restaurantes, que luego reanudó apenas cuatro dÃas después, en aparente contradicción con las declaraciones de Trump.