El fin de semana vi una película en Netflix llamada Descuida, yo te cuido; I Care a Lot en inglés con la actriz Rosamund Pike, aunque la película no es tan WOW, tiene escenas que rayan en lo absurdo y según expertos en cine es absurda porque es humor negro, su argumento me enganchó.
El tema central de la película es sobre los programas que tienen en Estados Unidos para cuidar a las personas de la tercera edad, es decir si los abuelitos(as) no pueden cuidarse por sí mismas, el Estado les asigna un tutor legal que se encarga de protegerlos y administrar sus bienes. La cinta narra los fraudes que comente la responsable de su cuidado, cómo los aísla de sus seres queridos y se queda con los bienes materiales.
Eso me llevó a querer conocer qué programas para las personas de la tercera edad hay en el País, si cada día vemos en los medios de comunicación y en las redes sociales las condiciones de miseria, de precariedad, maltrato y abandono, que viven nuestros adultos mayores.
Por ejemplo, el programa de las vacunas anticovid contempla que sean ellos los primeros en vacunarse, y se les pide que se registren en una página web, sin tomar en cuenta que muchos de ellos no saben ni leer, ni escribir, "que le ayuden", dicen los servidores de la nación, pero no todos tienen computadora y acceso a internet, y ni si quiera estoy hablando de pueblos remotos que pueden estar en Oaxaca o Chiapas, me refiero a la periferia del área metropolitana de Monterrey.
De acuerdo con una encuesta realizada por la Facultad de Medicina de UPAEP (Universidad de Puebla) para el 2030, México será un país de viejos. Actualmente una tercera parte de los adultos mayores tienen que trabajar para su sostenimiento.
Según la encuesta realizada en 2017, el 49 por ciento de adultos mayores trabajan por cuenta propia; el 37 por ciento son trabajadores subordinados y remunerados; el 8.8 por ciento son empleadores y el 4 por ciento son trabajadores sin pago.
El último censo en México apunta que el país envejece, hay menos nacimientos y mayor esperanza de vida. Hay una clara tendencia en los últimos años, por ejemplo la edad mediana de la población era de 22 años en 2000, 26 en 2010 y 29 en la actualidad.
En un artículo publicado por el diario El País podemos leer que la disminución de la fecundidad que comenzó en el sexenio de Luis Echeverría, cuya política era primero "Gobernar es poblar", luego reviró y dijo "la familia pequeña vive mejor", sin embargo los indicadores no son del todo favorables, la pobreza es muy alta así que puede que las familias pequeñas no vivan mejor ni la baja fecundidad contribuya al desarrollo del país.
Para la demógrafa y presidenta del Colegio de México Silvia Giorguli, “es frustrante que sabiendo desde hace décadas que el envejecimiento venía no se hayan tomado medidas adecuadas aún. La demografía cumplió, pero las políticas sociales y económicas, no”.
Actualmente la Secretaría del Bienestar maneja el programa Bienestar de las Personas Adultas Mayores, que otorga una pensión de $1,275 pesos mensuales que son entregados bimestralmente a personas con más de 68 años. Algunas ciudades también contemplan visitas domiciliarias, pero esto es insuficiente y muy triste.
Y es que hablar de los adultos mayores en el 2021 es hablar de cómo viviremos en nuestra vejez. Nuestros abuelos han dedicado toda su juventud a trabajar en las empresas, en ofrecer algún tipo de servicio, en atender a la familia, es muy triste y desalentador que tengan que seguir laborando como voluntarios en súpermercados, que no haya programas que los ayuden a vivir su vejez con dignidad y lo peor que sean sus propios familiares los que se quieran deshacer de ellos porque los consideran una carga.
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Nos leemos, la próxima vez. Hasta entonces.
