No pocos lo advertimos con alguna oportunidad de evitarlo: Morena (AMLO) se encaminaba a tomar el control absoluto de México.
Muchos pudieron hacer algo, pero se acobardaron o se entregaron. ¡Pensaron en ellos no en nuestro país!
La oposición se mantuvo como la mayor fortaleza de Morena, y optaron por imponer a una candidata con serias vulnerabilidades y deficiencias intelectuales (no para una carrera profesional exitosa, pero sí para pretender la presidencia de la República).
El resultado: la toma del poder absoluto. “El ganador toma todo” (The Winner Takes it All). Hoy la 4T puede hacer lo que le venga en gana.
Los casos recientes de DATO PROTEGIDO y de la Alcaldesa de Acapulco. Los desfiguros del Trife y las zancadillas que le están poniendo a SOMOS MÉXICO, en sus afanes por constituirse en partido político, son los primeros casos de uso del poder para imponer absurdos.
Pero hay un observador poderoso que más temprano que tarde se percatará del hartazgo y congestión de poder de los nuevos ricos de la política, ¡y no son los gringos! Es la fuente de autoridad y de poder contingente: ¡Es la Opinión Pública!
El descaro, la impudicia, la falta de empatía y compasión con que Morena ejerce el poder, terminarán hundiéndolos.
No sabemos quienes tomarán el “balón suelto”; quizá una combinación de parte de la oposición y alguna parte crítica de Morena, y tendremos una nueva oportunidad de establecer una Democracia Liberal, con políticos más decentes e intelectuales menos pendejos.