¡Pensando, que es gerundio!

Si Xóchitl y su gente hubieran atendido mis advertencias, quizá hubieran encontrado la forma de ser más competitivos.
10/06/2024

Terminaron las campañas electorales. La mayoría de los candidatos perdieron, y entre ellos los más complicados emocionalmente son los que se dan cuenta de que pudieron ganar, y que perdieron por sus errores u omisiones.

En términos generales, los candidatos, guiados por sus asesores y estrategas, basados en encuestas, tuvieron una terrible deficiencia que se ilustra en la forma en que responden a la siguiente pregunta clave: ¿cómo vamos? Las respuestas son bien o muy bien, y rara vez mal o muy mal.

A diferencia de la generalidad, mis clientes, basados en mis Monitoreos, a la misma pregunta tienen seis opciones de respuesta: Bien y mejorando, bien y estable, bien pero empeorando, mal pero mejorando, mal estable y mal y empeorando.

La sola respuesta gerundial implica que estar bien pero empeorando obliga a pensar en qué hacer para no seguir empeorando, en un contexto preventivo, y mal pero mejorando nos indica que, aunque jodidos, vamos avanzando por un buen camino.

En este contexto, las campañas de Claudia y Xóchitl se podrían resumir del siguiente modo: 

1. Durante casi todo el proceso electoral tanto Claudia como Xóchitl mantuvieron gran estabilidad; en condición de muy bien y estable para Claudia y muy mal y estable para Xóchitl.

2. El sábado previo a la elección cerramos con un muy bien pero empeorando para Claudia y un muy mal pero mejorando para Xóchitl. Quizá por el efecto de la iglesia católica y acaso un poco por los intelectuales.

3. El cierre de la elección de último momento, fue claramente insuficiente para modificar el sentido de la elección.

De todo lo anterior, puntualmente, se les advirtió a todos semana a semana en mi SABA’s MIDNIGTH SHOW. Si Xóchitl y su gente hubieran atendido mis advertencias, quizá hubieran encontrado la forma de ser más competitivos. Prefirieron las fantasías a la realidad; soñar en lugar de pensar, y hoy enfrentan realidades  y pesadillas muy desagradables. 

¡YO HICE LO QUE PUDE!

Participé en cada marcha a pesar de mis dolencias de columna, expuse mi voto razonado a favor de Xóchitl, voté junto a mi familia nuclear por ella.

Les pude ayudar como ciudadano, pero no como el dueño de una metodología que representa una real ventaja competitiva, a pesar de haberla puesto a su disposición, completamente gratis.

Quedo tranquilo, expectante a los jaloneos de Claudia con AMLO, al derrumbe de PRI, PAN y PRD, a la “cena de negros” en que pronto se convertirá Morena, y ocupado en la conformación de un nuevo partido político de centro, que se mueva en ambos lados, pero excluyendo a los locos extremos y polarizados.

¡VAMOS A GANAR!

¿Dónde se forman profesionalmente los estrategas? Me preguntó  alguna vez un ex-gobernador. Mi respuesta fue: en ningún lado; es estratega quien decide serlo, y se consolida como tal, cuando alguien lo contrata reconociéndolo así.

A decir verdad hay de todo entre los estrategas, unos muy brillantes, otros muy pendejos, pero destacan dos cosas en la mayoría de ellos:

1. Son muy deficientes en aspectos tácticos, porque por lo común usan a las encuestas como guía, en lugar de mis Monitoreos.

2. Tienden mucho a mantener engañados a los candidatos, haciéndolos creer que van a ganar.

El problema que ha trascendido de Xóchitl con algunos empresarios, que se quejan de haberla apoyado económicamente, esperanzados en encuestas de Massive Caller y México Elije, que Xóchitl les mostró, y la daban como virtual triunfadora, tiene que ver con el punto 2. En otra ocasión abordaré el punto 1.

Mi relación con los estrategas siempre ha sido complicada. Algunos extranjeros y muy mamones, se han quejado de mí acusándome justo de lo mismo. A decir verdad, el problema es que por lo común los pongo a parir chayotes cuando les pido que expliquen las alertas y, con base en su explicación, que sugieran líneas de acción, porque esa es su chamba. 

Con algunos me he llevado de maravilla, y he constatado que, algunas veces, cuando los resultados de mis encuestas son adversos, me comentan: “Esto no es conveniente que lo vea el candidato, porque se alteraría,  y el debe mostrarse ante los medios y los electores seguro de su triunfo.

Cuando la elección de Peña Nieto hubo varios momentos de crisis, como para ponerse a llorar, pero yo veía a EPN muy tranquilo y seguro de su triunfo ante los medios. Mi reflexión era: o es un excelente actor o lo tienen engañado. Terminé por concluir que lo tenían engañado, cuando me enteré que, ya en la presidencia, de todas las encuestadoras que trabajábamos ahí, seleccionaban lo más bonito para mostrárselo a él.

Por lo anterior creo que a Xóchitl, de buena o de mala fe, durante el proceso la mantuvieron engañada, haciéndole creer que las encuestas que deban ventaja a Claudia estaban cuchareadas, cuando las únicas cuchareadas eran las de ella.

Volviendo al tema de los empresarios, creo que no hay nada que hacer. Simplemente apostaron y perdieron. 

Los procesos electorales están marcados por la incertidumbre, pero a pesar de ello, y justo con el apoyo de la estadística, que de acuerdo a Sir Ronald Fisher, es “la Ciencia de la toma de decisiones ante la incertidumbre”, un candidato y sus patrocinadores, no se pueden permitir la inocentada de ser sorprendidos por un resultado. A final de cuentas, las victorias y las derrotas se van fraguando por las decisiones de campaña. 

Inevitablemente se gana o se pierde; pero lo que un candidato o apostador no se pueden permitir, es ser tomados por sorpresa. 

saba@sabaconsultores.com



SALVADOR BORREGO es Doctor en Estadística, director de SABA CONSULTORES, S.A. de CV, desde 1987, autor del libro Los Monitoreos y Cartas de Navegación Politica de SABA (el nuevo paradigma para medir la Opinión Pública).

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

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