Pues ahora resulta que AMLO no se quiere ir a la chingada. Nos dice que, si su presidenta se lo pide, pues seguirá en la tandariola. Ante esto, propongo:
1. Que el Pueblo bueno y sabio, encabezado por Claudia, no le pida, le suplique, que no se vaya.
2. Que sea nombrado Rey de México. Jerárquicamente por encima de la presidenta Claudia.
3. Que permanezca viviendo en Palacio Nacional, pero que ahora se llame Palacio de AMLO.
4. Que Claudia despache desde el departamento en que actualmente vive.
5. Que continúen las mañaneras de AMLO, de lunes a domingo, en emisiones matutinas y vespertinas.
6. Que se establezca el 13 de noviembre como dÃa festivo, por ser el venturoso dÃa en que AMLO vino al mundo para salvarnos del neoliberalismo.
7. Que en lugar de los festejos del 15-16 de septiembre, con grito y desfile, se realicen los dÃas 12-13 de noviembre, y que el grito lo de AMLO.
8. Que a partir de ya, los Estados Unidos Mexicanos cambien su nombre por: República de AMLO.
9. Que el episcopado y otras iglesias cristianas, ante el cúmulo de milagros realizados por AMLO, investiguen si AMLO es un santo o el mismÃsimo Jesucristo.
10. ¡Dios salve a nuestro Rey!
POR EL BIEN DE TODOS: ¡AMARREN A AMLO!
AMLO no quiere entender que ya se le acabó el tiempo para hacer pendejadas.
Le dio en la madre a la elección, robándole la legitimidad de origen a Claudia. Ha sido un fraude innecesario, porque para ganar eran suficientes los pendejos que rodearon a Xóchitl.
Ahora, cuando Claudia trata de ver con sensatez las cosas, sugiriendo un parlamento abierto y tomar las cosas con calma; tenÃa que salir el pinche loco a darle de nuevo en la madre al peso mexicano.
El drama de AMLO es que su destino es la chingada; quizá Claudia no lo acompañe a su gira de despedida de cuartel en cuartel, porque dudo que se asome a un lugar público; el horno no está para bollos.
Los seguidores de AMLO, como las mujeres de Juan Charrasqueado, se aconsejan y se van, dejándolo poco a poco en la inopia polÃtica.
¡Adiós AMLO! Te espera el basurero de la historia y su juicio implacable. Te esperan también tus pesadillas, y la persecución hasta el infierno de quienes, innecesariamente, murieron por tus pendejadas.
