El énfasis en beneficios de corto plazo, es una tentación propia de las mentes simples; de esas que piensan que gobernar no tiene ciencia. En las empresas grandes, que también se gobiernan más que se administran, ese énfasis en beneficios de corto plazo, como la mamada de contratar a los proveedores que ofrecen las cotizaciones más bajas, es considerado por W. Edwards Deming como una enfermedad mortal.
El problema se explica en nuestra cultura popular, bajo el apotegma que nos dice que lo barato sale caro, y no porque se considere que dilapidar sea una buena idea, pero sí porque la idea de abatir los “costos globales” es la que debe primar en la toma de decisiones.
Veamos algunos ejemplos:
1. AMLO se chingó, para propósitos electorales, el incremento en las cuotas del Metro de CDMX, cuando era su Jefe de Gobierno. Se ahorró unos pesos, y ahora el Metro se cae a pedazos.
2. AMLO se ahorró en mantenimiento para la terminal 2 del AICM, y ahora ya está considerando demolerla por no haberle dado el mantenimiento que la tendría funcionando.
3. En la CONAGUA se ahorró unos pesillos despidiendo personal calificado y evitando obras para enfrentar de mejor modo la sequía, y ahora nos está llevando la chingada por falta de agua en buena parte del país.
Por supuesto que también se ha ahorrado dinero en vacunas COVID para el personal médico, en medicinas contra el cáncer y en la cancelación del Seguro Popular; y eso también nos ha costado, pero de un modo más imperdonable: en vidas inocentes, y en el caso del personal médico, en mártires que ni siquiera han sido honrados como tales, por el anti-héroe que nos convoca a la pobreza, viviendo como príncipe en un palacio.
Está creciendo el número de mexicanos que consideran que AMLO es el peor político de México; se está prefigurando ya el sitial de “honor” que a AMLO le depara la historia.
Libertad, igualdad, fraternidad y racionalidad.
