¿Se acabó el Covid-19?

Rogelio Ríos

MIRADA AL MUNDO
La peor confusión que provocó la cancelación de la conferencias diarias para informar del Covid-19 es que muchos creen que si ya no hay conferencias vespertinas, ¡ya se acabó el coronavirus!
18/06/2021

Después de concluida el viernes 14 de junio la “conferencia vespertina” para informar diariamente sobre la pandemia de coronavirus porque se considera que se encuentra “en estabilidad”, encabezada por la figura más visible del Dr. Hugo López-Gatell acompañado de otros doctores, una veintena de personas lo festejó con un pastel, flores y porras a su salida del Palacio Nacional en la CDMX.

Ni tardo ni perezoso, López-Gatell se tomó la foto con las personas (“acarreados”, se les dice en México) y posó feliz ante las lentes de fotógrafos. Esa pequeña fiesta banquetear parecía anunciar el fin no sólo de las “vespertinas” (más de 400 conferencias celebradas), sino el fin de la pandemia misma.

De ese tamaño es la confusión que se creó en la opinión pública mexicana. ¿Ya no hay nada qué informar con la presencia de los médicos de la Secretaría de Salud federal? ¿Está todo bajo control? De otra forma, si continua el Covid-19 arrasando con los mexicanos, ¿por qué se suspendería el foro en el que diariamente los funcionarios federales daban sus cifras y estimaciones?

Respecto a la información, ésta no ha cesado. Cada día y cada semana, se seguirán subiendo las cifras de la pandemia al portal de internet de la Secretaría de Salud, es decir, no se cortó por completo el flujo de esos datos.

Lo que sí se cortó, sin embargo, es el complemento fundamental a cualquier dato: la credibilidad del mensajero, en este caso, de los voceros de la Secretaría de Salud.

López-Gatell y los médicos que lo acompañan en las conferencias vespertinas y trabajan para él en la Secretaría de Salud, se enredaron tanto con la información, la mutilaron o torcieron de tal manera que perdieron su credibilidad ante la opinión pública mexicana e internacional.

Un solo tema de esa manipulación exhibe la discrepancia entre los datos oficiales y la situación real. Me refiero a la cifra de fallecimientos por Covid 19: al día 14 de junio se reconocen oficialmente 230 mil 185 fallecimientos por esa causa, pero estimaciones que toman en cuenta las cifras de exceso de mortalidad para esta época del año, elevan la estimación a más de 500 mil muertos, quizá incluso más de 600 mil.

Se imaginarán ustedes la intensidad de los cuestionamientos de los medios de comunicación y voces y organizaciones de la sociedad civil sobre los métodos y la rigurosidad de los cálculos oficiales.

Si nos apegamos incluso a la cifra oficial tan cuestionada, México es el cuarto país con más muertos por COVID 19, superado nada más por Estados Unidos, Brasil y la India.

Lo que me interesa resaltar en esta columna es que en ninguno de esos países se ha suspendido la comparecencia de los funcionarios públicos ante la opinión pública con relación a la información sobre COVID 19, a pesar del enorme desgaste que implica para ellos enfrentar los cuestionamientos de la prensa.

Para ellos, es preferible sufrir ese desgaste que las críticas que les lloverían por no presentarse ante los medios de comunicación: ¿qué están ocultando?, les preguntarían.

Lo que resalta en el caso de México es que decidieron los funcionarios federales de salud irse precisamente por una vía (la cancelación de las conferencias vespertinas) que, si bien los libera del desgaste diario (particularmente en torno a la figura de López-Gatell), los expone a un descrédito mayor: ¡ya ni siquiera se atreven a dar la cara al público!

La peor confusión que provocó ese error en la estrategia de comunicación sobre la pandemia es la de que mucha gente cree ahora que, si ya no hay conferencias vespertinas, ¡ya se acabó el coronavirus!

Si el tema no fuera tan doloroso, me atrevería a compararlo con una película de comedia de errores, pero esto es una tragedia de errores.

No se ha acabado la pandemia en México, no avanza la vacunación con prontitud, siguen muriendo personas y hay contagios de COVID 19 incluso en personas ya vacunadas. De ninguna manera podemos bajar la guardia los mexicanos, ¿por qué entonces se envían las señales equivocadas desde el Gobierno?

¿Qué están ocultando?, me pregunto como lo haría cualquier periodista en México.

Rogelio.rios60@gmail.com



ROGELIO RÍOS estudió Relaciones Internacionales y es periodista de opinión sobre México y el mundo.  Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de Mobilnews.mx.

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

Más artículos del autor

Contenido reciente