La salida de Carlos Urz煤a del Gabinete presidencial marca el retiro del 煤ltimo de sus funcionarios de tendencia moderada, por lo menos del 煤ltimo a nivel de Secretarios de Estado.
Su retirada del equipo presidencial por la v铆a de la renuncia deja pr谩cticamente el camino libre a los radicales, quienes rodear谩n por completo con su influencia al Presidente L贸pez Obrador.
En un momento en que los contrapesos al poder presidencial proven铆an de adentro del gabinete, pues de afuera la oposici贸n partidista es muy d茅bil o inexistente, la facci贸n moderada pierde al mejor de sus guerreros, a Carlos Urz煤a.
Su renuncia presentada el 9 de julio pone el dedo en el rengl贸n: el Presidente L贸pez Obrador maneja mal a su equipo, no tolera los puntos de vista contrarios y no delibera m谩s que con 茅l mismo las decisiones de gobierno.
En lugar de mantener un buen equilibrio de puntos de vista diferentes entre sus funcionarios, orill贸 a uno de ellos a la objeci贸n de conciencia que se present贸 en la forma de una renuncia con argumentos concisos y s贸lidos, sin vuelta de hoja: hay tr谩fico de influencias y conflictos de inter茅s en su gabinete, dos formas nocivas de corrupci贸n.
El Presidente L贸pez Obrador, sin embarg贸, se neg贸 a aceptar los se帽alamientos de Urz煤a y en la conferencia ma帽anera del 10 de julio simplemente dijo:
鈥淣o hay conflicto de inter茅s, no hay corrupci贸n, es el punto de vista de Carlos. No existe ninguna prueba, ning煤n hecho, no hay por qu茅 abrir una investigaci贸n鈥.
El campe贸n de la lucha contra la corrupci贸n, la bandera que lo llev贸 a ganar arrolladoramente en las urnas la elecci贸n presidencial, no dej贸 que se investigaran las acusaciones s贸lidas de Carlos Urz煤a, quien pone detr谩s de ellas todo el peso de su autoridad moral y de su prestigio como funcionario p煤blico.
A menos que el Congreso tome cartas en el asunto, lo cual es altamente improbable, la denuncia de Urz煤a no derivar谩, como deber铆a ser, en una investigaci贸n acuciosa del 鈥減ersonaje influyente鈥 al que hace referencia en su carta de renuncia.
La cruzada contra la corrupci贸n del Presidente L贸pez Obrador, entonces, tiene l铆mites. Uno de ellos es el de no permitir una investigaci贸n en torno a una denuncia p煤blica presentada por un funcionario de alto nivel y de reputaci贸n intachable.
Incluso si su denuncia no prospera, Carlos Urz煤a ya le gan贸 la primera batalla al Presidente L贸pez Obrador: la batalla de la credibilidad.
El Presidente no permite que se le investigue. Su celo anticorrupci贸n se aplica de su equipo hacia afuera. El Gran Inquisidor no puede ser inquirido.
Peor a煤n, uno de los diferendos m谩s fuertes con Urz煤a se dio en torno al borrador del Plan Nacional de Desarrollo:
鈥淐arlos y yo tuvimos diferencias. Me present贸 un plan de desarrollo que para m铆 no reflejaba el cambio, como si lo hubiera hecho Carstens o Jos茅 Antonio Meade, tenemos concepciones distintas. Siempre estuvimos en contra de la pol铆tica neoliberal.鈥
Al final, seg煤n lo dijo 茅l mismo, fue el propio L贸pez Obrador quien redact贸 la versi贸n final del Plan Nacional de Desarrollo que aprob贸 el Congreso, sin importar los numerosos se帽alamientos de que no era un documento que cubriera las formalidades de un plan de desarrollo.
Urz煤a no es neoliberal, como lo acusan los radicales en el Gobierno, para quienes todos los dem谩s, menos ellos, lo son. Su preparaci贸n acad茅mica, experiencia como funcionario y su edad y conocimiento de la vida hubieran sido un valioso activo humano para el Presidente L贸pez Obrador, quien no lo supo apreciar.
Pero no fue as铆, y sali贸 del gobierno federal el 煤ltimo moderado. Hay v铆a libre para los radicales, 驴hasta d贸nde llevar谩n a AMLO? 驴Hasta d贸nde quiere ir L贸pez Obrador escuchando nada m谩s lo que 茅l quiere?