“Lo hago porque puedo. ¿Comprendes? Porque puedo”. Así contesta un personaje de la novela “Roma soy yo” de Santiago Posteguillo a uno de sus súbditos quien le pregunta por qué se ha ensañado con su familia y con su pueblo, la respuesta es contundente: ¡Porque puedo!
Citando a un clásico de la política mexicana, porque “estoy en la plenitud del pinche poder”, (Fidel Herrera Dixit), seguramente esa sería la respuesta de los senadores de Morena a quienes se preguntan por qué violaron todas las reglas de la legislación existentes para sacar adelante una serie de leyes que seguramente, de no haber alguna sorpresa, serán desechadas por la Suprema Corte de Justicia.
Una Suprema Corte de Justicia que, por cierto, carece de “dientes” para castigar a quienes desacatan sus resoluciones, si no lo creen pregúntenle a los propios senadores que sin recato alguno simplemente hacen como que la virgen les habla cuando la corte les ordena nombrar, de inmediato, a los comisionados del INAI que faltan.
¿Qué va a pasar si no lo hacen? Nada.
Así es que, si en 2024 Morena gana la mayoría en ambas Cámaras legislativas, más vale que nos acostumbremos a que cada día nos respondan ¡Porque puedo!, no habrá de otra.
Quien piense que la madre de todas las batallas se presentará en la lucha por la presidencia de la República, creo que no se ha dado cuenta de dónde está parado, el año próximo la batalla será por el control del legislativo, si Morena mantiene la mayoría, o si este partido obtiene una mayoría calificada, como dijo el Terminator “Hasta la vista, baby”.
Parafraseando a Don Daniel Cosío Villegas con relación al PRI de aquellos años, lo único que puede desquebrajar a ese partido, Morena, es un desgajamiento interno. Porque la verdadera pelea por la presidencia de la República se dará al interior de ese partido y su candidato seguramente será presidente o presidenta, pero lo que puede estar al alcance de la oposición es el evitar que ambas Cámaras sean territorio de Morena.
No es tampoco una labor fácil para la oposición, esta seguramente habrá de enfrentar todo el poder del Estado y de ciertos grupos integrantes de los poderes fácticos para quienes Morena es la mejor opción, sin embargo, seguramente habrá espacios estatales, regionales, locales, en los cuales podrá la oposición obtener resultados que permitan evitar que se fundan el Ejecutivo y el Legislativo en una y la misma cosa.
Tampoco será fácil que la oposición, en cuanto una serie de grupos que buscan colocarse en algún espacio que les permita mantener una dosis de poder, lleguen a arreglos satisfactorios, sin embargo, quizá deberían recordar, aunque sea en defensa propia, que lo primero que deben hacer es sobrevivir, si desaparecen todo lo demás dará igual para ellos.
Y ahí también hay un problema, ya que quizá haya quien piense que para poder sobrevivir sea necesario pactar, aunque sea en lo oscurito, con Morena, precisamente por lo que decía Fidel Herrera.
Así que el panorama no parece muy halagüeño para el próximo año, a menos que las malas decisiones que ha tomado este gobierno lo alcancen, en cuyo caso las cosas pudieran ser peor.
Así que Escila y Caribdis, prepárense porque allá vamos.