Cuando se leen las declaraciones de gente como Vicente Fox y alguno que otro legislador supuestamente en favor de Xóchitl Gálvez, no se puede menos que pensar en la consabida frase “mejor no me ayudes, compadre”.
Parece que algunos han visto en el crecimiento mediático de Xóchitl un vehículo para expresar sus filias, pero principalmente sus fobias en contra de la 4T o en lo personal contra el presidente López Obrador, parece que se asumen como voceros de la coordinadora del Frente Amplio por México y asumen que esta va a tomar como propios temas que quizá ni en su agenda tiene.
Así por ejemplo Fox sale con la tontería de pedir que le devuelvan su pensión, como si ese fuera un tema vital en la campaña, que puede serlo, pero en contra, y por ahí una legisladora dice que quiere ser la fiscal que meta a la cárcel al actual presidente que aprovecharía el viaje para señalar el “odio” que destilan sus contrincantes.
Se les olvida que no han ganado nada y que con esas posturas no van a ganar, están enfrentando no solo a un presidente popular, sino a toda una narrativa que los hace ver como corruptos, y añorantes de privilegios perdidos y que con ese tipo de declaraciones no solo le dan la razón a esa narrativa sostenida por el presidente, sino que además le ponen el camino cuesta arriba a Xóchitl, virtual candidata del FAM.
Sí, el carisma innegable de la hidalguense ha despertado a la oposición en su conjunto, les ha traído la posibilidad de ganar, pero es una posibilidad, solo eso, no más. Pero esa posibilidad se puede desvanecer cometiendo errores, como esos de confirmar la narrativa de la 4T acerca de la oposición.
Quizá deban entender que hoy por hoy los partidos deben dar un paso de costado y dejar que Xóchitl haga lo suyo, que juegue sus cartas y ellos deben jugar las suyas, aportar su estructura, su capacidad de organización, si es que todavía la tienen. Deben entender que hoy son más un lastre por lo que respecta a imagen que un apoyo para la coordinadora del FAM.
En la elección de 2024, contra lo que quieren algunos puristas de los “procesos democráticos” se enfrenta una figura poseedora de un carisma que puede traerle votos, a un aparato de estado que quiere precisamente destruir la imagen de esa figura, como lo están haciendo desde el púlpito mañanero o desde la tribuna de las Cámaras legislativas. No hay que dudar que hasta se utilicen organismos como la UIF y la FGR para intentar detenerla.
Deben los frentistas recordar que el objetivo es ganar, que de nada les va a servir ser líderes en imagen si eso no se refleja en las urnas el año próximo. Es cierto, los partidos, gane Xóchitl o no, tendrán sus recompensas en términos de legisladores, ellos ya van ganando con la irrupción de Xóchitl, así que quizá deberían dejarla trabajar y así maximizar sus ganancias.
A menos, claro está que, como lo hace el PAN en Nuevo León, la idea sea impulsar la ganancia en las Cámaras impidiendo que llegue al gobierno uno de los suyos. uno que luego puede llamarlos al orden y restar poder a las camarillas que hoy ejercen el poder en los partidos que componen el FAM.
Así que por el momento más les vale dejarla trabajar y luego ya verán qué hacen si ganan. Entendiendo que ellos, los partidos, ya van de gane.
