Hay quien cree, o quiere creer, que López Obrador no está bien de la cabeza, que es demasiado tonto como para creer de verdad que un amuleto le protegerá contra el Covid-19, me parece que no han evaluado correctamente la actuación de AMLO.
Para empezar, lo de Andrés Manuel no es precisamente gobernar, lo suyo es hacer campaña, es como la CNTE, si logra sus objetivos inmediatos, ya está buscando otro para no detener el movimiento, pues considera, así lo declaran sus líderes, que en el momento en que se inmovilicen perderán su fuerza.
Algo similar sucede con López Obrador, en el momento en que deje de hacer campaña, en el momento en que se ponga a gobernar dejará de ser eficaz. No por nada evita que a Morena se le califique como un partido, lo evitó desde el nombre, es un MOVIMIENTO.
Si muestra una estampita por la que se dice protegido no lo hace para que quienes no están con él vean su postura, sino precisamente para que no la vean, para que se enfoquen en el distractor, como el mago que pone a su ayudante en movimiento mientras el realiza el engaño.
AMLO le está hablando a su base electoral, está reforzando el “ustedes contra nosotros” porque apuesta a que con ello le bastará para mantener la mayoría en la Cámara de Diputados en las elecciones del próximo año, así como también en la probable consulta del 22.
No sé si la apuesta le resultará, pero que está apostando a ello, estoy seguro.
Andrés Manuel es un “animal político”, en todo el sentido de la palabra, lo suyo es entender el sentimiento de sus electores y de sus contrarios, juega con ello, se ríe de sus contrincantes que no alcanzan a ver lo que está haciendo porque ambos juegan en ligas distintas.
Insisto, no estoy seguro que la jugada le vaya a salir a López Obrador, pero hasta ahora no se ve por donde la oposición pudiera presentar una opción creíble como para aglutinar una fuerza suficiente para enfrentar a MORENA.
Falta poco para ver si realmente habrá alguien que se le pare enfrente con posibilidades de triunfo.
Además, faltará ver si quien lo haga, tiene el tamaño suficiente para enfrentar a un aparato de Estado lanzado en su contra.
En esas estamos.
