“Cada cabeza es un mundo”, solía decir el abuelo y mi madre lo repetía a su manera: “por eso ninguno de los dedos de la mano es igual”.
Con eso querían decir que no hay dos personas iguales. Cada uno de los 8 mil millones de seres que habitan este mundo, es único.
Y no solo es único, además, está en constante cambio. Puede incluso cambiar de opinión sobre cualquier tema, con una facilidad increíble. Lo que ayer era una creencia fundamental, hoy, ahora, no significa nada.
Lo mismo ha pasado con el fenómeno del emprendimiento. Cada iniciativa emprendedora, en el mundo, tiene sus propias características y necesidades. Y también sucede que lo que ayer daba resultado a un emprendedor, ahora puede significar más, una dificultad.
En nuestro país existen alrededor de 4.9 millones de emprendimientos, según datos del INEGI para el año 2023.
En México, estos emprendimientos se les conoce como Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES). Ahora bien, de los 4.9 millones de establecimientos que el INEGI identificó, el 99.8% son MiPyMEs. Quiere decir que 99 de cada 100 empresas del país tienen este perfil.
Este grupo de emprendimientos incluye a las micro, pequeñas y medianas empresas; y es el segmento empresarial más importante del país en términos económicos, pues aportan el 42% del PIB y generan el 73.8% de los empleos remunerados en México.
En términos de volumen e impacto económico, estas empresas significan la posibilidad real del crecimiento de la economía mexicana son el principal impulso del ascenso social.
En países como Alemania este segmento de emprendedores recibe el 80 por ciento de la atención de las autoridades y de los sistemas financieros, siendo el responsable del 68 por ciento de las ventas al exterior.
Lo que sucede en México es totalmente distinto a lo que pasa en otros países.
Y esto se debe principalmente a la capacidad que tenemos los mexicanos para descalificar lo que no encaja con nuestra estructura de pensamiento individual.
Pocas, muy pocas, son las personas que tienen o han adquirido la capacidad de escuchar y aceptar que los demás pueden pensar distinto.
Es muy fácil señalar las diferencias y mientras estemos en el lado de la queja, la crítica y la descalificación, no pasará nada. El cambio de la sociedad sólo ocurre cuando se pone el ejemplo, en lo que sea, para bien o para mal.
En este sentido, Nuevo León parece ser una tierra distante al resto de México, donde ha prosperado el sentido del progreso, el crecimiento y evolución de la sociedad.
Parece incluso que es como un centro de atracción que llama a las mentes y personas más progresistas, que se asientan como inmigrantes y nos traspasan sus valores y formas de vivir.
Tenemos muchos ejemplos, demasiados. Creo que uno de los más destacados es la llegada de KIA al municipio de Pesquería; generó todo un cambio en la infraestructura del municipio y a su vez, la empresa, aprendiendo de lo que sucede en nuestra región, pronto entendió que el apoyo a la comunidad que le rodea es una manera de lograr la pertenencia.
Como KIA ahora, en el pasado muchas empresas se formaron y sembraron su acervo cultural en cada lugar donde se establecieron.
En esta época reciente, durante la sequía del 2022, destacaron, por ejemplo, Arca, HEINEKEN México, FEMSA, Bonafont, Casa Guajardo, Compañía Topo Chico, y otras; además de las acereras como Ternium; que se organizaron para apoyar escuelas, sembrando árboles, proporcionando agua o cavando pozos para la comunidad.
Hay muchos ejemplos, uno que va más allá de sólo apoyar a la comunidad, es el caso de la iniciativa HEINEKEN Green Challenge, que invita a emprendedores con ideas disruptivas a atender grandes retos globales y que impulsen el crecimiento de México.
Entonces, ayudar sirve, dejar de quejarnos sirve. Pero dar el ejemplo es otra cosa, es dar una nueva dirección al desarrollo e impulsar alternativas novedosas.
Este 2023, la sexta edición de HEINEKEN Green Challenge, impulsará proyectos, emprendimientos, startups o MiPymes con ideas innovadoras y sustentables que puedan ayudar en el cuidado, preservación y acceso al agua en las comunidades. La convocatoria es dirigida a las mentes más creativas interesadas en resolver problemas socio-ambientales en el país y estará abierta hasta el 8 de septiembre.
En 2022, con el tema de eficiencia energética, la iniciativa contó con más de 400 proyectos inscritos, la mayor participación provino del Estado de México con 72, seguido de Ciudad de México con 51, y Nuevo León y Sinaloa con 28 proyectos cada uno.
Lo que denota es que existe un México que no se ve, un México con ideas disruptivas, en donde no hay cabida para la mentalidad de la queja y la crítica descalificadora, sino el interés de impulsar la expansión del país a nuevas cotas de crecimiento y desarrollo. Que sólo requiere la oportunidad y el espacio para mostrarse. Bien por HEINEKEN.
No perdamos la esperanza, ni la fe, hasta la próxima.
