El grito de Pemex

Pemex está gritando ayuda desde hace ya varios años y ahora que está en manos del “Grupo Tabasco”, su grito se ahoga en el mar de ineptitud, de corrupción que predomina al interior y al exterior de la compañía.
17/09/2021

La empresa más importante de nuestro país hoy se encuentra convertida en un coloso con pies de Barro.

Y es que entre los saqueos de éste y de los sexenios anteriores, aunado a la política que se le aplica actualmente, la única dirección hacia la que va Pemex es al cadalso.

La autodenominada cuarta transformación, en los hechos, está acabando con lo que queda de Pemex, pero en el discurso patriotero, siguen usándola para fomentar un nacionalismo ya apolillado dirigido exclusivamente a sus fanáticos.

Desde que la empresa es dirigida por un Ingeniero Agrónomo, que no tiene otro mérito más que ser amigo y lacayo del presidente, las cosas no pintaban bien.

¿Ustedes le confiarían la salud de un ser querido, enfermo grave, a un amigo suyo que es mecánico, abogado, solo por ser su amigo? ¿O le confiarían a su ser querido a un doctor especialista que sabe sus dolencias y que sin duda ayudará a recuperar la salud al enfermo? La pregunta ofende, pero así es como trabaja el régimen (y no solo en Pemex).

Hay que decirlo, Octavio Romero Oropeza, miembro destacado del llamado “Grupo Tabasco”, ha hecho de Pemex un verdadero desastre.

Los incidentes registrados en la paraestatal durante esta administración suman 792.

Los que hoy gobiernan, los que son “diferentes”, tiene convertido a Pemex en una agencia de empleo, pero para sus familiares, empezando por el propio Romero Oropeza, a quien señalan de tener por lo menos a 13 familiares dentro de la nómina con salarios de los 30 mil hasta 137 mil pesos mensuales y en puestos de privilegio.

Eso son solo familiares, faltan compadres y operadores políticos, de igual forma otro que tiene hasta 30 familiares amigos y compadres, es el Secretario del Bienestar, Javier May, quien dicen es quien manda en la paraestatal.

Empezamos con un desabasto de gasolina, en 2019, que quisieron vender como resultado al combate contra el huachicol, cuando a estos genios se les olvidó comprar gasolina para los meses de diciembre y enero, lo que provocó compras de pánico en las principales ciudades del país. Lo cierto es que hoy, de acuerdo con datos de la paraestatal el huachicol no para con más de 5 mil tomas clandestinas detectadas y un desfalco para Pemex de mil 622 mdp.

Y también, derivado del huachicol, vino la tragedia en Tlahuelipan, Hidalgo que le costó la vida a 137 personas.

El Hackeo que sufrió Pemex, el peor en su historia, donde les robaron 180 mil archivos (equivalentes a 6 gigabytes) entre ellos, contraseñas de trabajadores, bases de datos, bitácoras y manuales de operación vía remota de la Refinería de Tula, que aún siguen disponibles en la red oscura.

Algo quizá nunca antes visto en el sistema de salud de Pemex fue que en el Hospital de Tabasco, se suministró medicina caduca a decenas de pacientes y, lamntablemente 8 perdieron la vida y 63 más resultaron con complicaciones graves a su salud.

Y el manejo de la pandemia ha sido un desastre (como lo es a nivel nacional), a no ser por los trabajadores organizados y sindicalizados que, por iniciativa propia, organizaron protocolos de seguridad para evitar contagios y muertes.

La tardía respuesta de la empresa, ha costado la vida al día de hoy de casi 600 trabajadores activos.

La falta de mantenimiento provocada por el endeudamiento de la empresa, específicamente por la falta de pago a sus proveedores, ha causado ya desastres que han costado vida humanas y que le han dado ya la vuelta al mundo.

De acuerdo con un informe del Bank of America, reporta al menos 16 incidentes “preocupantes” en refinerías desde que Octavio Romero encabeza la paraestatal.

Uno de ellos es el de la Refinería Lázaro Cárdenas, donde una fuga dejó a 7 personas heridas, el que le dio la vuelta al mundo, el anillo de fuego en el mar, pero quizá el más grave fue el ocurrido en la planta Ku Alfa, donde perdieron la vida 7 personas.

Tan mal está que, luego de la adquisición de la Refinería Deer Park, al gobierno de Estados Unidos, le preocupa que este tipo de accidentes ocurran en su territorio.

En cuanto el tema de corrupción, los contratos de Felipa Obrador que, al día de hoy, siguen vigentes, a pesar de que se dijo que se cancelarían y que bla bla bla…

Y que decir del escándalo del gigante Vitol, compañía lider en la comercialización de petróleo a nivel mundial, que admitió haber pagado al menos 10 mdd en sobornos a funcionarios en Brasil, México y Ecuador para asegurarse información privilegiada y amañar la concesión de contratos con las empresas energéticas estatales de estos países. Así es en el México de la #4T, no en el del PRIAN.

Pemex está gritando ayuda desde hace ya varios años y ahora que está en manos del “Grupo Tabasco”, su grito se ahoga en el mar de ineptitud, de corrupción que predomina al interior y al exterior de la compañía.

Como podemos ver, lo único que le sale bien al Ingeniero Agrónomo son los desastres, veremos si el grito de Pemex es escuchado y se logra transformar la empresa por el bien de los mexicanos o le acaban de dar con el mazo a los pies de barro. Veremos.

Tiempo al tiempo.
 



HÉCTOR GUERRERO es periodista director de @politicamx @TiempoReal_mx y @losfuertes.mx

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

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